El Ejército israelí informó hoy de que ha detectado "fallos en el control y mando" de sus tropas tras investigar un episodio del pasado 1 de junio, en el que éstas hirieron a un palestino y a su hijo de tres años, que murió días después, mientras respondían a un ataque en Cisjordania ocupada.
Según la investigación, tras un ataque con disparos por parte de palestinos contra el asentamiento israelí de Neveh Tzuf y un puesto de control militar, unidades del Ejército comenzaron a buscar a los atacantes en la comunidad palestina de Nabi Saleh, ubicada a escasa distancia del lugar del ataque.
Durante la búsqueda, un oficial israelí identificó un vehículo sospechoso y efectuó una serie de disparos al aire para instarlo a detenerse.
Al mismo tiempo, otro soldado israelí vio a dos personas subirse a un vehículo y confundió los disparos al aire de su compañero como una continuación del ataque. Al asumir que el ataque provenía de ese vehículo, y con el permiso de su comandante, abrió fuego e hirió a Mohamed Tamimi, de tres años, y a su padre, Haytam Tamimi.
"La investigación reveló fallos en el control" y la respuesta al incidente "por parte de los comandantes y en la comunicación entre el personal sobre el terreno, lo que llevó a una incorrecta toma de decisiones", expresó un portavoz del Ejército.
De acuerdo con esto, agregó un comunicado militar, se decidió iniciar un procedimiento para sancionar al oficial que disparó al aire, por violar órdenes.
Además, el Ejército decidió trasladar los resultados de la pesquisa al Fiscal Militar General, que deberá decidir si iniciar o no una investigación por parte de la Policía Militar.
"Los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel operan en áreas civiles desde las cuales los terroristas llevan a cabo ataques y actividades terroristas. Hacemos todo lo que podemos para no dañar a los civiles no involucrados. Expreso mi pesar por el daño causado a los civiles y por la muerte del niño. Continuaremos aprendiendo y mejorando para operar contra el terrorismo de manera precisa", señaló el general Yehuda Fox, jefe del Comando Central del Ejército.
Tras la muerte del niño cuatro días después de este episodio, el 5 de junio, la tensión se elevó en la aldea de Nabi Saleh, donde dos palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con soldados israelíes desencadenados por su funeral, el día 6.
Según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, las tropas israelíes no sólo abrieron fuego contra algunos de los presentes en el funeral sino que también "atacaron a los residentes de la aldea con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento".
El conflicto israelí-palestino vive en 2023 su año más mortífero desde la Segunda Intifada (2000-05) en Cisjordania e Israel, donde en lo que va de año han muerto 124 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos violentos con tropas israelíes, pero también civiles, incluidos 21 menores.
Del lado israelí han fallecido 20 personas víctimas de ataques palestinos, la mayoría colonos, y entre ellos tres menores.