El fundador de Pink Floyd, Roger Waters, pidió hoy ante el Consejo de Seguridad un alto el fuego inmediato en la guerra de Ucrania y dijo hablar “en nombre de 4.000 millones de hermanos y hermanas de la mayoría silenciosa”.
Waters, que se ha expresado varias veces en público sobre la guerra de Ucrania, fue invitado por Rusia a hablar ante el Consejo, tras presentarlo como “un activista civil en favor de la paz”, y si bien condenó la invasión de Ucrania -única crítica que pronunció contra Rusia-, Waters también condenó “a los provocadores”, porque según él la invasión “no se hizo sin provocación”, haciéndose así eco de las tesis de Moscú.
El músico, conocido también por su defensa de la causa palestina y sus frecuentes encontronazos con Israel, basó su discurso por teleconferencia en genéricos llamamientos a la paz, utilizando con frecuencia la expresión “We the people” (nosotros el pueblo) y recordando que las guerras “destrozan el planeta”.
Según Waters, la guerra no hace sino enriquecer al lobby armamentístico en el mundo, pero “somos muchos los que no compartimos los beneficios de esa industria de guerra (por ello) el único camino sensato es llamar al alto el fuego inmediato.
El discurso de Waters fue inmediamente utilizado por el embajador ruso, Vasili Nebenzia, que elogió “el poderoso alegato” del músico contra la guerra, que según él “demuestra el gran nivel de preocupación de la ´intelligentsia´ del mundo”.
Nebenzia retomó así las palabras de Waters para advertir que el constante flujo de armas, expertos y equipamiento de los países europeos hacia Ucrania está obligando a los países occidentales a aumentar sus presupuestos de defensa y por ende a enriquecer a la industria armamentística, que en 2022 -dijo- vivió el mejor de sus últimos años.
A las palabras de Nebenzia respondieron los representantes de países atlánticos, como Estados Unidos, Francia o el Reino Unido, que recriminaron a Rusia el hecho de hablar de los peligros de la escalada armamentística cuando está probado -dijeron- que Moscú ha recurrido a drones iraníes, misiles norcoreanos y todo tipo de ayuda militar de Bielorrusia.
Los diplomáticos que hablaron hoy en el Consejo casi no se refirieron al discurso de Waters, pero el representante de Ucrania, Sergíy Kyslytsya, sí arremetió contra él y le recordó su propia incoherencia cuando el pasado septiembre él mismo calificó en una entrevista a Vladimir Putin como “un nuevo Hitler”.
Kyslytsya hizo un repaso de los discos más famosos de Pink Floyd y recordó que en 1979, cuando el grupo publicó “The Wall” (El muro), el disco fue prohibido en la Unión Soviética por las posturas del grupo contrarias a la invasión de Afganistán.
Así que preguntó a Waters -que escuchó atentamente toda la sesión del Consejo desde su casa- cómo es que ahora trataba de lavar la cara de otra invasión similar. “Como si quisieran convertirse en otro ladrillo en el muro, el muro de la desinformación y la propaganda rusa”, dijo