El Ejército de Israel continuó la noche del viernes los combates en el campamento de refugiados de Yabalia, norte de Gaza, además de bombardear las proximidades de uno de sus hospitales y del Hospital materno Emiratí, al oeste de la ciudad de Rafah, donde las tropas siguen avanzando.
Según puedo comprobar EFE sobre el terreno, soldados y milicianos se enfrentaron cerca del barrio de Tal al Sultan, a pocos kilómetros al oeste de la urbe de Rafah, lo que "indicaría que las tropas avanzan hacia la ciudad".
En Yabalia, tropas terrestres y tanques participaron en nuevos combates contra milicianos de Hamás en las callejuelas del campamento, según un comunicado castrense, donde desmantelaron un lanzacohetes cargado; además de localizar varios túneles, armas y dispositivos explosivos en la zona.
En Rafah, el Ejército israelí aseguró haber matado, en una operación coordinada con fuerzas aéreas y terrestres, a un alto cargo de la Yihad Islámica Palestina, el segundo grupo armado con mayor presencia en Gaza después de Hamás.
El muerto "era el jefe de logística de la brigada en Rafah de la Yihad Islámica", detalló hoy un comunicado castrense, en el que no se identificaba al fallecido.
El Ejército aseguró este sábado haber atacado más de 70 objetivos en toda Gaza en el último día, entre ellos almacenes de armas, infraestructura y milicianos, tras otra noche de intensos bombardeos y ataques de artillería.
Según fuentes palestinas, cazas israelíes atacaron las cercanías del Hospital Emiratí, hiriendo al menos a tres palestinos, y horas antes bombardearon una residencia en Rafah causando dos muertos, según la agencia palestina Wafa.
"Las fuerzas de ocupación abrieron fuego de artillería y armas de fuego contra los palestinos en la parte sureste de Rafah, hiriendo a varios de ellos. Las víctimas fueron trasladadas de urgencia al Hospital Especializado de Kuwait", detalló la agencia.
Cazas israelíes también atacaron las proximidades del hospital Kamal Adwan, en Yabalia, además del este de los campamentos de refugiados de al Bureij y al Maghazi en el centro del enclave.
Ayer comenzó la llegada de ayuda humanitaria a través del muelle flotante, anclado en la costa de Gaza, en un momento en que, según la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), la cifra de vehículos con comida y combustible que entran en Gaza ha descendido en las últimas dos semanas a niveles "peligrosamente bajos".
Tras el cierre del cruce sureño de Rafah, apenas unos 100 camiones entran al día de media en el enclave, frente a los 600 que se necesitarían para abordar la situación de hambruna.
Gaza necesita grandes cantidades de ayuda después de más de siete meses de guerra. Amplias zonas del enclave, densamente poblado, han quedado reducidas a ruinas, con más de 35.200 palestinos muertos y decenas de miles heridos, según el Ministerio de Sanidad gazatí.