Italia defiende su política migratoria tras el naufragio en Calabria

Italia defiende su política migratoria tras el naufragio en Calabria
Algunos de los supervivientes del naufragio en las costas italianas de Calabria se abrigan con mantas | Aec

El Gobierno italiano defendió la ley que limita las acciones de los barcos de rescate de migrantes operados por ONG y aseguró que no tiene nada que ver con los últimos naufragios, como el del pasado domingo frente a las costas de Steccato di Cutro, en la región de Calabria (sur), en el que se contabilizan ya 64 muertos y se cree que hay al menos 30 desaparecidos. 


El decreto de las ONG “es muy necesario porque, en un contexto de crecimiento numérico, el porcentaje de desembarcos en nuestras costas debido a los medios navales de las ONG ha disminuido considerablemente y no existe ninguna relación entre las nuevas normas y el posible aumento de muertes en el mar”, indicó el ministro del Interior, Matteo Piantedosi.

 

Una norma controvertida


“Quienes ponen el naufragio de Cutro en relación con las nuevas normas están diciendo una falsedad o por ignorancia o mala fe, pues se trata de una ruta en la que las ONG nunca han estado”, opinó el ministro. Piantedosi también aseguró que se hizo todo lo posible por intentar el rescate, pero las condiciones del mar eran terribles.


El barco, en el que según los supervivientes viajaban unas 200 personas, se partió al llegar a la costa en un momento en el que había una fuerte marejada y por el momento se recuperaron 64 cadáveres y fueron rescatados 82 supervivientes que procedían sobre todo de Afganistán, Pakistán e Irán. “Cerca de cien personas han perdido la vida, aunque nunca sabremos el número exacto”, dijo un portavoz de la Organización Internacional de las Migraciones.


La primera ministra,  Giorgia Meloni, insistió en que era “una falsedad” que el decreto sobre las ONG tuviera algo que ver con los fallecidos en Crotone. El decreto introduce una serie de sanciones para las organizaciones humanitarias que no cumplan reglas como solicitar, inmediatamente después de un rescate, la asignación del puerto de desembarque y llegar sin demora. Esta norma, junto con la asignación de puertos alejados de la zona de rescate producen que, como este fin de semana, no haya  barcos humanitarios en el Mediterráneo central.


Piantedosi dijo tras la tragedia que “la desesperación no puede justificar condiciones de viaje que pongan en peligro la vida de los hijos”, unas declaraciones que suscitaron gran polémica y que llevaron al Partido Demócrata (PD) a pedir explicaciones al ministro. “Palabras indignas pronunciadas con una pomposidad insoportable”, las definió, el líder de Acción, Carlo Calenda.


La secretaria general del PD, Elly Schlein, aseguró que la tragedia “debe pesar mucho en la conciencia de quienes aprobaron un decreto que impide los salvamentos en el mar cuando se necesitarían vías legales de entrada a Europa". 

 

Aviso a Italia

 

Las autoridades italianas recibieron el sábado 25 por la tarde un primer aviso de la agencia europea Frontex que alertó de la presencia e de la barca que naufragó a pocos metros de la costa. 

 

Tras esa comunicación con la Guardia Costera, la Guardia de Finanzas, se comunicó con un dispositivo que ya estaba operativo en el mar para que “interceptara la embarcación”. Pasaron varias horas sin que la barca fuera atendida.

 

 Ayer el ministro de Interior afirmó en el Senado que no tiene “motivos para creer que haya habido errores, subestimaciones u omisiones”, pero prometió una investigación.

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