Naciones Unidas celebró ayer de forma simbólica que la humanidad alcanzara ya los ocho mil millones de habitantes, una fecha que para su secretario general, Antonio Guterres, merece una reflexión sobre el estado actual del mundo y las crisis por las que atraviesa. Y entre esas crisis, señala Guterres en un comunicado, hay “una que no suele ser titular de los medios: la codicia. Vivimos un momento difícil, pero no exento de esperanza”.
“A mediados de noviembre, la población mundial alcanzó la cifra de ocho mil millones de personas, lo que da testimonio de los avances científicos y las mejoras que se consiguieron en materia de nutrición, salud pública y saneamiento. Sin embargo, a medida que aumenta la familia humana, también se vuelve más dividida” agrega Guterres. Miles de millones de personas tienen graves dificultades; cientos de millones pasan hambre e incluso hambruna. Hay cantidades sin precedentes de personas en tránsito, en busca de oportunidades y tratando de superar deudas y penurias, guerras y desastres climáticos, precisa.
Y a menos que reduzcamos el enorme abismo entre los que tienen y los que no tienen, estamos allanando el camino hacia un mundo con ocho mil millones de habitantes dominado por tensiones y desconfianza, crisis y conflicto, predice el responsable de la ONU en un extenso artículo.
La población mundial alcanzó los 7.000 millones en 2011 y se estima que llegará a un máximo de 11.500 millones en 2100, teniendo en cuenta que el ritmo de crecimiento demográfico mundial está disminuyendo desde la década de 1970 y que cayó por debajo del 1% por primera vez en 2020, según datos aportados por la ONU. El informe de Perspectivas de la Población Mundial de la ONU sitúa a India como el país más poblado de cara a 2030 por delante de China e indica que la población mundial podría llegar a los 8.500 millones para 2030, una cifra que podría ascender a los 9.700 millones en 2050 y a 10.400 millones en 2080.
La ONU advirtió que el crecimiento de la población es “una causa y a la vez una consecuencia del lento progreso en materia de desarrollo” y señaló que se produjo un aumento de la población de más de 65 años a pesar de que cada vez son más los países que registran un descenso de las edades de sus poblaciones. En la actualidad, dos tercios de la población mundial vive en un país donde la tasa de natalidad es inferior a 2,1 nacimientos por mujer, una media que podría implicar un crecimiento nulo a largo plazo. Se prevé que la población de 61 países o regiones disminuya en al menos un 1% entre 2022 y 2050 debido a sus niveles bajos de natalidad y, en algunos casos, a sus altas tasas de emigración hacia otros lugares.