Rusia conmemoró hoy en medio de un silencio oficial muy revelador el centenario de la muerte de Vladímir Lenin, el fundador de la Unión Soviética, al que el Kremlin responsabiliza del "problema" de Ucrania.
"Si ponemos como ejemplo la operación militar especial en Ucrania, lo vemos claramente. Cuanto más critican a Lenin por Ucrania, más evidente es que el camino que escogió para solucionar ese problema fue más efectivo que el actual", comentó hoy a EFE Guennadi, un veterano comunista.
En previsión de posibles protestas, las autoridades blindaron la plaza Roja, y redujeron a su mínima expresión los actos y homenajes públicos al líder de la revolución bolchevique, cuya repetición es uno de los mayores temores del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
"Yo nací en 1949. Los que vivimos bajo el socialismo lo comparamos con la vida actual y no hay comparación. Antes íbamos cantando a todas partes, ahora todos están hipnotizados con el teléfono. Además, ahora Putin nos limita las libertades", señaló entre lágrimas Lida.
Las bajas temperaturas -unos 15 grados bajo cero- redujeron la afluencia de público, pero no impidieron que cientos de personas rindieran homenaje al padre del proletariado soviético a los pies del Kremlin.
Comunistas y nostálgicos del antiguo régimen de todas las edades combatían el frío ondeando banderas con la hoz y el martillo y entonando canciones soviéticas sobre el empedrado de la plaza.
Depositaron grandes coronas de flores a la entrada del mausoleo de mármol que acoge el cuerpo embalsamado de Lenin, protegido desde 1924 por un sarcófago, ante el que presentaron sus respetos en un silencio casi sepulcral.
"Lenin se fue al otro mundo, pero se quedó para siempre entre la humanidad", dijo Guennadi Ziugánov, el líder del Partido Comunista de Rusia, que dirigió la comitiva.
Ziugánov, que defendió la permanencia de la momia de Lenin en el mausoleo, también destacó que el líder revolucionario intentó crear "un mundo nuevo" regido por el trabajo, no por el capital.
Sin corear lemas a favor de la revolución permanente de León Trotski, los más jóvenes repetían frente al mausoleo el estribillo: "Y Lenin tan joven y la joven (revolución de) Octubre aún está por venir".
"La historia es cíclica. Tarde o temprano, la espiral regresará al punto donde se encontraba Lenin cuando murió", señaló a EFE Elizaveta, una joven historiadora.
Por su parte, Yuri, un pensionista moscovita, cree que "en los últimos 100 años prácticamente nada ha cambiado", ya que "en el mundo los capitalistas tienen cada vez más dinero y limitan los derechos de los trabajadores".
"Tendremos que volver a hacer lo mismo que hizo Lenin y los bolcheviques en 1917. Al pueblo no le gusta lo que está pasando. Nosotros mismos tenemos un Estado burgués y clasista", comentó.
Boris, de origen azerbaiyano, cree que las autoridades le tienen miedo a Lenin.
"¿Quién critica a Lenin? Los capitalistas. Necesitamos justicia social. Todas las cosas malas vienen del capitalismo (...) Cuando el pueblo entienda lo que pasa, puede decidir derrocarlo. Las autoridades no quieren perder el poder", asegura.
Como ocurriera en el centenario de la revolución de 2017, el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, estuvo ausente de las celebraciones de los comunistas.
Eso sí, en el marco de la campaña presidencial, aprovecha cualquier ocasión para criticar a Lenin, al que acusa de poner "una bomba atómica bajo el edificio llamado Rusia", al reconocer el derecho a la libre determinación de los pueblos.
Esta misma semana recordó que los dirigentes del este prorruso de Ucrania manifestaron, tras la revolución, el deseo de formar parte de la República Socialista Soviética de Rusia, pero Lenin optó por integrar esos territorios en Ucrania, origen del conflicto actual.
"Tras la caída de la URSS, era evidente que finalmente volveríamos a ese punto", agregó, en alusión a la reincorporación de los territorios rusoparlantes del este de Ucrania.
La URSS nació en diciembre de 1922 como un estado federal. El punto 26 del tratado fundacional contemplaba el derecho de cada república a abandonar libremente la unión. Rusos y ucranianos estaban en pie de igualdad.
Esa opción fue aprovechada por varias repúblicas para romper lazos con el Kremlin a finales de los años ochenta y los principios de los noventa del siglo pasado, lo que llevó a la desaparición de la Unión Soviética.
Precisamente, Iósif Stalin, quien quiso evitar ese proceso creando un Estado centralizado, está siendo rehabilitado por la historiografía oficial.
Stalin, al que Lenin intentó apartar antes de morir, también fue homenajeado por los comunistas, que colocaron ramos de flores en su tumba en la Necrópolis del Kremlin.