La Comisión Europea (CE) pidió explicaciones a Francia por el bloqueo de carreteras y los ataques de sus agricultores contra los transportistas españoles en la frontera con ese país, y avisó de que tomará medidas si es necesario.

A raíz de una petición de las autoridades españolas, el 26 de enero el Ejecutivo comunitario solicitó al Gobierno francés información sobre las perturbaciones en carreteras y autovías y sobre las medidas que prevé para facilitar la libre circulación de mercancías en el mercado europeo.

“La CE es consciente de las quejas generalizadas en la comunidad agrícola y está trabajando con los Estados miembro y las partes interesadas para abordarlas como una prioridad. Sin embargo, esto no es excusa para obstaculizar o destruir los productos de otros agricultores de otros Estados miembro”, dijo hoy una portavoz de la Comisión.

Recordó que los tratados de la UE obligan a los Estados miembro a tomar “todas las medidas necesarias y proporcionadas para asegurar la libertad de mercancías en su territorio” cuando existe algún obstáculo. “La Comisión evaluará la respuesta de Francia y tomará las medidas apropiadas si es necesario”, dijo.

Por su parte, el Gobierno español y el sector agrario reclamaron ayer que se garantice el libre tránsito de los productos españolas en el territorio francés, además de rechazar los asaltos a camiones y las declaraciones del Ejecutivo de ese país contra los alimentos extranjeros. 

El ministro de Agricultura, Luis Planas, calificó como “inadmisibles” los ataques y las trabas al tránsito de productos agrícolas españoles, como consecuencia de las protestas francesas, y pidió al Gobierno francés que garantice la libre circulación. 

Planas explicó que ha intercambiado “mensajes puntuales” con su homólogo francés, Marc Fesneau, y que hay un contacto permanente entre los Ministerios de Agricultura, Interior y Exteriores para que “se reconduzcan y solucionen” los problemas de tránsito de mercancías españolas.

Las asociaciones agrarias reclamaron al Ejecutivo de Sánchez no permanecer “impasible” ante los ataques y tacharon de “indignantes y falsas” las acusaciones de Francia sobre los sistemas de producción españoles.