Fueron unos diez minutos, entre las 9.15 y las 9.25 de la mañana, pero la intensa granizada que cayó en la zona limítrofe entre los municipios de Oleiros y Sada provocaron problemas a los conductores que circulaban por la zona.
Después de una noche en la que cayeron varias trombas muy fuertes de precipitaciones, la mañana del Martes Santo se inició también complicada en la circulación y la granizada que sorprendió a los conductores que circulaban por carreteras como la Vía Ártabra, la AC-527 o la AC-174 tuvieron que ir casi parados, ya que la intensidad del pedrisco cubrió el asfalto y hacía ingobernables los vehículos.
Además, la lluvia dejó pequeñas inundaciones en estas carreteras, sobre todo en la zona de entrada hacia el colegio Cristo Rey y en la rotonda de la piscina municipal de Oleiros.