Si los miembros del Gobierno local de Oleiros no se han inscrito en alguna escuela estoica lo parece porque con una de sus últimas decisiones cumplen una de las premisas de esta corriente filosófica: hacer de la necesidad virtud. En plena crisis por la situación de la plantilla de la Policía Local, el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) hace público en su edición de ayer que el proceso de oposición libre, abierto el pasado mes de junio, se reduce a la mitad salvo el período de presentación de solicitudes, que tiene previsto cerrarse el miércoles, día 22.
“Tendo en conta que o comezo do curso de capacitación de policías organizado pola Academia Galega de Seguridade Pública prevese para principios do ano 2024, faise necesario reducir os prazos do procedemento de selección, aplicándolle a tramitación de urxencia, para poder finalizar o procedemento de selección en curso (...) Resólvese, aplicar a tramitación de urxencia ao procedemento selectivo para cubrir, por funcionarios de carreira, cinco prazas de policía reducindo todos os prazos a metade, agás de presentación de solicitudes”, indica el boletín provincial, firmado por la edil delegada de Personal de Oleiros, Margarita Figueroa.
Coincidencia o no, el anuncio se hizo público la víspera del día que, según fuentes del Partido Popular, el personal policial deja de realizar horas extras en protesta por situación laboral.
La formación política que encabeza la concejala Loli Silva aseguraba la semana pasada que a lo largo de los últimos años se había reducido la plantilla a 18 agentes y, de estos, cuatro se encuentran de baja. Esta situación deriva, según el PP, en una lista de problemas como sobrecarga para los que se encuentran en activo, patrullas en solitario y condiciones laborales prácticamente similares a las de hace 20 años. Por su parte, el Ayuntamiento responsabiliza, de una situación que admite, a una ley autonómica.
“Desde a aprobación desa nefasta normativa (...) o prexuicio que se lle causa aos concellos medianos e pequenos é enorme ao permitirse a libre mobilidade dos axentes sen ningún tipo de restrición. Así o éxodo de policías cará as cidades é continuo. No caso de Oleiros, en tres anos marcharon once axentes”, se lamentaba el alcalde, Ángel García Seoane, que acusaba a la Xunta de convertir a los municipios pequeños en academias de policías.
No obstante, el regidor se comprometía a incrementar el número de efectivos. Una promesa que parece que se hará realidad y de manera apresurada.