Que los padres hacen esfuerzos ímprobos por el bienestar de sus hijos no extraña a nadie pero el contemplarlos durmiendo de madrugada al raso para conseguirles plaza en una guardería sí que es digno de mención y también, porqué no, de elogio. Y eso es lo que ha hecho un grupo de progenitores, tanto masculinos como femeninos, la noche de ayer lunes para lograr que sus pequeños puedan disfrutar de los servicios que se ofrecen en la escuela infantil privada Abelliñas, situada en la calle Ledicia de Oleiros, en el núcleo de A Rabadeira a pocos metros de la casa consistorial.
La directora del centro, Cristina García, aunque se mostró sorprendida por un hecho que califica de puntual también reconoce que hubo un precedente el año pasado aunque no de estas proporciones. El problema radica en que la inmensa mayoría de las peticiones de plaza se formulan para el turno de mañana y el centro tiene capacidad para 74 niños, divididos en cinco aulas.
Abelliñas oferta cuatro plazas para bebés, seis para uno y dos años y siete para las aulas de 2 y tres. Ante la avalancha de peticiones se ha tenido que establecer una lista de espera con determinados criterios de selección.
El primero y principal requisito para matricularse es el número de horas solicitadas. A mayor número, más posibilidades ya que, como la propia directora admite, son una empresa privada. El segundo criterio establecido es el orden de llegada de la solicitud, siempre y cuando exista empate en el primer requisito.
No obstante, es preciso indicar que por encima de lo expresado anteriormente prevalecen factores como la entrada de hermanos de usuarios o la matriculación los menores que disponían de plaza el curso pasado.