Una “arroutada” del presidente

El diccionario de la RAG define la voz “arroutada” como “axitación súpeta e violenta de ánimo durante a que se perde o control de si mesmo”. En lenguaje coloquial, es un cabreo que lleva a reacciones imprevistas, a veces infantiles.


Traigo esto a colación a propósito del “Plan de Acción por la Democracia” del Gobierno presentado el martes pasado que, más que un “plan antibulos”, merece el calificativo de una “arroutada” del presidente sobrevenida cuando unos medios empezaron a publicar noticias que descubrían el comportamiento poco adecuado de su esposa.


Fue en abril cuando, tras conocer la investigación judicial sobre ella, se retiró a “pensar” y regresó cinco días después presa de una “axitación súpeta e violenta de ánimo” para anunciar este plan de “regeneración” contra la máquina del fango propagado por seudomedios y tabloides vinculados a la derecha, a los que responsabiliza de la investigación a que está sometida su mujer.


Pero tanto, el primer objetivo de este Plan es intimidar a periodistas y estrangular económicamente a medios críticos por publicar informaciones, también de la mujer y del hermano del Presidente, que su orgullo no pueden soportar.


Un segundo objetivo es desviar la atención de asuntos incómodos. El miércoles pasado nadie hablaba de la amnistía y los recursos ante el Tribunal Constitucional, ni del comportamiento errático del Gobierno con la dictadura venezolana -que se reactivó con el episodio vergonzoso en la Embajada- , ni del concierto catalán, ni de Koldo y Ábalos, ni de las derrotas en el Congreso…


Ahora bien, si el Gobierno dice que va hacer “política mediática” es para echarse a temblar. Cuando el poder político quiere regular y controlar a la prensa entra en una deriva autocrática y tan solo existe el discurso único, “las crónicas oficiales”, como ocurre con los medios públicos que controla con mano de hierro el mismo Gobierno. Un horror que nos asimila a dictaduras o democracias iliberales y nos priva de informaciones necesarias para ser ciudadanos libres, con criterio y pensamiento crítico.


Pero no tengan miedo. El Gobierno nunca doblegará a la prensa libre, como muestra el rechazo frontal de la mayoría de los medios a este Plan. España es una democracia madura y sabe que contar con medios plurales y libres que llevan a sus páginas o a las ondas noticias veraces y opiniones independientes forma parte de su esencia. Los medios no inventan la presunta corrupción que envuelve la Moncloa, cumplen con su misión contándola.


Por lo que respecta a la deriva del Presidente, los antiguos griegos decían que cuando los dioses querían destruir a alguien, primero lo volvían loco emborrachándolo de poder” hasta que perdía el sentido de la realidad y cometía errores. A esa actuación de los dioses la denominaban Hybris, que viene a ser lo equivalente a nuestra “arroutada”.

Una “arroutada” del presidente

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