No puedo más que aplaudir la decisión del Presidente del Gobierno de hacer “fijos” a sesenta y siete mil sanitarios que andaban con la espada de Damocles sobre su puesto de trabajo. Sanitarios que sobrevivían con contratos temporales a pesar del déficit evidente de personal en nuestra sanidad.
Lo cierto es que la sanidad pública es una de las bases del Estado del bienestar y que en España el personal sanitario es extraordinariamente preparado y competente y por eso se los rifan más allá de nuestras fronteras.
Nuestras facultades de Medicina y Enfermería forman excelentes profesionales que, una vez terminada la carrera, no encuentran trabajo en España y tienen que emigrar a pesar de que, como digo, es evidente que se necesita más personal sanitario.
Después de la pandemia del Covid, bueno, mejor dicho, después de la primera oleada de la pandemia, se hizo más que evidente la necesidad de reforzar plantillas en los hospitales públicos y en los centros de salud.
Y, no solo porque las plantillas estuvieran agotadas por el esfuerzo hecho, sino porque desde hacía tiempo se venía reclamando más profesionales sanitarios para hacer frente a las necesidades de la sociedad.
Si en atención primaria no dan abasto y si para hacerte una prueba puedes tardar meses, es evidente que algo estaba fallando en nuestro sistema de salud.
Pero además estamos perdiendo talento, estamos dejando que nuestros jóvenes profesionales de la Medicina, sobradamente preparados se marchen hartos o de no encontrar trabajo o de ganar sueldos ridículos.
Ignoro cuanto costara hacer fijos a sesenta y siete mil profesionales, pero tanto da, es de justicia además de una necesidad objetiva.
Este Gobierno ha demostrado con creces que está alejado de los verdaderos problemas de los ciudadanos y de ahí que haya ido perdiendo pie elección tras elección. No sé si es por eso que el Presidente ha decidido anunciar que la Administración va a regularizar la situación injusta en que se encuentran sesenta y siete mil profesionales de la sanidad, pero, sea por la razón que sea hay que dar la bienvenida a esta iniciativa, una de las pocas que tienen el sello socialista.