Dimiten los de siempre

Pues sí que han tardado en presentar su dimisión el hasta ahora Presidente de Renfe, Isaias Táboas, e Isabel Pardo de Vera, igualmente hasta ahora secretaria de Estado de Transportes, a cuenta del fiasco de las medidas de los trenes en Cantabria y Asturias que les impide circular por los túneles de estas dos comunidades. En realidad la que tenía que dimitir es la ministra de Transportes Raquel Sánchez, una auténtica desconocida de cuya gestión lo único que sabemos es este escándalo de los trenes.
 

Lo cierto es que a la mayoría de los políticos españoles que están en primera fila, les cuesta dimitir. Siempre buscan una excusa para no dimitir y que lo hagan sus subordinados, a los que utilizan de cortafuegos, para no asumir sus errores. O sea que carecen de eso que se denomina vergüenza torera cuando meten la pata.
 

En cualquier país europeo muchos de los miembros de nuestro Consejo de Ministros habrían dimitido si hubieran hecho la mitad de lo que hacen algunos de los nuestros. Pero aquí somos de meter la pata y no sacarla no vaya a ser que eso engorde las posibilidades electorales de los adversarios, de manera que se “sacrifican” y continúan en el cargo.
 

El ansia de poder, lo a gusto que se encuentran en sus sillones ministeriales, les lleva a rebuscar todo tipo de argumentos para no dimitir cuando deberían hacerlo. También es verdad que dimitir sin el permiso del jefe les puede condenar al ostracismo y dejarles sin futuro en la política. Y para eso están los “segundos”, para cargar con los errores.
 

Sin duda, en la metedura de pata de encargar trenes que no sirven para circular por Cantabria y Asturias, merece la dimisión de la ministra, en primer lugar, y la de los responsables inmediatos, en segundo lugar, pero lo que más llama la atención es la laxitud del propio Presidente Sánchez que ha venido haciendo oídos sordos hasta ahora y que, si no fuera porque en el horizonte ya se vislumbran las elecciones autonómicas y municipales, seguramente habría tirado para adelante sin dar mayor importancia a lo sucedido.
 

En cuanto a los presidentes de Asturias y Cantabria, la verdad es que se nota su sintonía con el gobierno central. El Presidente de Asturias, Adrián Barbón, porque es del PSOE y naturalmente no va a apretar las tuercas a Pedro Sánchez, y en el caso de Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, porque se siente más cómodo con los socialistas que con los populares.

Dimiten los de siempre

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