El Gobierno y su Presidente se las prometían muy felices. Se trataba de dar un arreón legislativo para quitarse de en medio sus acuerdos con ERC para suprimir la sedición y rebajar la malversación y así comenzar el presente año con manos libres para dedicarse a medidas sociales pensando en la “gente” y, como es lógico, en las elecciones de Mayo.
A la vista de los acontecimientos es obvio que hubo un enorme error de cálculo. Nunca como ahora ha quedado a la vista los agujeros negros del llamado Gobierno de coalición. Es más una ficción política que un Ejecutivo. Y es que solo desde la ficción , de la no verdad, se entiende el lamentable y dañino espectáculo que se ha generado con la famosa ley del sí es si. Mientras ya estaban viendo como revisaban el texto acordado en Consejo de Ministros, es decir, por todos los ministros y por su Presidente, nos decían, sin pudor alguno, que la tal ley rozaba la perfección en la protección de la mujer y fue Pedro Sánchez el que públicamente se mostró orgulloso de la misma vaticinando que sería copiada por otras democracias.
A la vista del desastre, anunciado previamente, el Presidente, el mismo que se sentía orgulloso de la misma, el mismo que entre Carmen Calvo e Irene Montero decidió apoyar a esta última, ha dicho que hasta aquí se ha llegado, al tiempo que su ministra de Igualdad, en todo un alarde de ignorancia y sectarismo, asegura
que el acuerdo es muy difícil pero, claro, hay que cuidar la coalición.
La verdad es que Irene Montero se está llevando todas las críticas, pero lo cierto es que Montero ha hecho lo que el Presidente le ha permitido que hiciera y dice las cosas que dice porque sabe que ningún miembro del PSOE le va a decir que por ahí no. Y es que en medio de todo, hay una coincidencia sutil de intereses: cuidar la coalición.
Habrá acuerdo y no ruptura. Unidas Podemos fuera del Ejecutivo es muy poquita cosa y el PSOE lo sabe pero es que Sánchez no quiere ni oír hablar de un eventual acuerdo con el PP, de ahí que se las arreglarán unos y otros para que al final parezca que aquí no ha pasado nada. Pero claro que ha ocurrido y lo que está ocurriendo es muy serio desde el punto de vista social y, mucho más, desde el punto de vista político* a cualquier cosa se le llama coalición. !!!Qué sarcasmo hablar de Gobierno de perfecto funcionamiento!!!.
Se las prometían muy felices pero los acontecimientos les tienen desconcertados, porque si al tardío propósito de reformar una ley que se sabía de antemano iba a presentar serios problemas, resulta que el viaje a Marruecos no ha respondido a las expectativas creadas. El Rey siempre recibe pero no participa. En esta ocasión, ni recibimiento y sí reactivación del misterio no aclarado de la modificación sustancial y tradicional de nuestras relaciones con el país vecino. Aquí nadie explica nada. Casi todo se lleva adelante de manera unilateral, dejando al Congreso en muy segunda fila y es así porque el Presidente así lo decide y encuentra apoyo en los grupos minoritarios, que nunca se van a ver en la tesitura de tomar decisiones estratégicas para España porque ni ERC, ni Bildu, ni Más Más Madrid, Ni Compromis, ni el PNV van a gobernar España.
Ni una sola decisión política que se adopte desde Moncloa es ajena al Presidente del Gobierno, que en más de una ocasión se ha dejado contagiar por su socio morado al situarse fuera de la realidad.