Desde hace algún tiempo, se viene dando información sobre un nuevo escándalo político, que enoja al pueblo español, por la calidad de los personajes, los puestos que llegaron a ocupar y ostentan algunos de ellos en estos momentos, sin saber hasta donde puede alcanzar la trama urdida, para inflar las facturas de las que se habla, en la compra de las mascarillas, en el momento más delicado de la pandemia que azotó al pueblo español y todo a costa del sufrido contribuyente, que con tanto sudor y trabajo, paga sus impuestos a la Hacienda Pública. ¿Dónde quedó aquel lema que promovía, de que, Hacienda, somos todos? No es el caso, en estos instantes, hay dos clases de contribuyentes, la clase política por un lado y el resto de los mortales, por otro, sus señorías no se pueden quejar de sus prebendas, pero siguen exprimiendo el bolsillo al contribuyente, nada ortodoxo.
La cuestión no es baladí, en un momento de pandemia, en que se precisaba adquirir las mascarillas, para proteger a la población de sus riesgos de contagio, la trama que se propició al calor de los entresijos dados por aquellos políticos que se lanzaron a su compra de forma desmedida, no fue, para salvar al pueblo del mal que les aquejaba, sino, a forrarse a lo grande. Ahora salen a la luz detalles de los que el pueblo ignoraba y tenía plena conciencia y confianza en ellos. La realidad fue bien distinta.
Hoy contemplamos con estupor, como una clase política corrupta, nos gobierna, con implicados cabezas visibles y arropados por el gabinete gubernamental, los cuales fueron puestos por el actual presidente del Gobierno y dado que es probable, que el propio presidente, ignorase lo que acontecía a sus espaldas. Ahora sería el momento de que se procediese a relevarlos de los puestos que ocupan y retirar el aforamiento que conlleva, dejando las manos libres a la Justicia, para la plena aclaración de todos los hechos habidos en torno al escándalo de esas mascarillas.
La mano derecha del Presidente, el señor Ábalos, le salió rana y ahora después de ser reelegido como diputado, se niega a dejar su acta y se pasa al grupo mixto, algo tendrá que ocultar al respecto, pese a su negativa, de considerarse una víctima del engaño del señor Koldo, su guardaespaldas, al que acompañaba a todas partes y no sé enteró de sus sucios negocios, que salen a relucir por una compra opaca de varios pisos.
La Justicia, tiene mucho trabajo por delante y los investigadores del caso, también, al final, seguro, que la trama, es bastante mayor y puede salpicar al mismo Presidente del gobierno, debido a los nombramientos de aquellos implicados que se barajan, entre ellos la presidenta del Congreso y algún que otro cargo de importancia. Con lo que él presidente, estará bastante incómodo con esta situación y tendrá que tomar medidas urgentes.