El cortometraje, hermano menor en el ámbito de la industria cinematográfica, es también, de modo general, la parte menos considerada en el marco de los festivales. De hecho, muchos de los certámenes más poderosos no los contemplan en su programación. No sucede esto en Huelva, donde el Festival de Cine Iberoamericano reserva para los filmes de metraje corto dos secciones: los Internacionales Iberoamericanos y los Nacionales, ambos con carácter competitivo.
En la primera participan siete títulos: ‘Somos las dos’, de Emilia Herbst (Argentina),‘As Miçangas’, de Rafaela Camelo y Emmanuel Lavor (Brasil), ‘Antes de que te vayas’, de Vicente del Río y Hans von Marées (Chile-México), ‘Apnea’, de Natalia Bermúdez (México); ‘Ana Morphose’, de Joao Rodrigues (Portugal),‘Solita en la noche’, de Inés de los Santos (República Dominicana) y ‘Antes de Madrid’, de Ilén Juanmbeltz y Nicolás Botana (Uruguay, 2022). Y doce lo hacen en la segunda: ‘Ava’, de Mabel Lozano; ‘El Trono’, de Lucía Jiménez; Solo un ensayo’, de Hugo Sanz; ‘Malegro verte’, de Nüll García,‘Humbug Manor, de Juan Carlos Mostaza, ‘Herederas’, de Silvia Venegas,‘Rubio Cobrizo’, de Pablo Quijano; ‘De nit’, de Ona Jané; ‘Esto no es Noruega’, de Alicia Albares y Paco Cavero, ‘Mamá no quiere ir a la playa’, de Ana Belén Barragán;‘París 70’, de Dani Freixas, y ‘Si me querei, irse’, de Sofía Muñoz.
Resulta estimulante y alentador observar la presencia creciente, en el presente caso rotundamente mayoritaria, de mujeres tanto en la función de directoras como en las diferentes tareas de la realización y producción.
En el marco de los espacios referidos, dentro de un general nivel de calidad, y por orden de proyección, sobresalen la lograda situación cómica, no carente de patetismo de la argentina Somos las dos, en la que dos amigas maduras esperan impacientes la llegada a su domicilio de un desconocido contactado en las redes sociales; la extraña y enigmática relación simbiótica de dos hermanas gemelas en su buscada soledad apartada de toda agitación urbana que se muestra en la brasileña As Miçangas; la atmósfera de tensión sobre la inseguridad nocturna de una mujer joven a bordo de su propio coche interceptada por un policía intimidatorio de la dominicana Solita en la noche; la inventiva, la mágia y la lograda perfección en la técnica de animación stop-motion de la portuguesa Ana Morphose.
Y, entre las españolas, la valentía de la denuncia social de Ava sobre el destrozo de la vida de una madre y su hija adolescente por la caída de la segunda en la drogadicción y, en consecuencia, en una red de prostitución organizada; la ingeniosa y bienhumorada mirada de El Trono sobre las interioridades del poder político; la medida interelación actoral y adecuada puesta en escena de Malegro verte; el riguroso conjunto escénico y el trabajo con las intérpretes de la almodovariana Rubio Cobrizo sobre la conflictiva relación de dos hermanas; el espléndido trabajo escénico coral y la mirada, sutil y acerada, de Si me querei, irse, sobre la celebración familiar en torno a la jubilación del paterfamilias en paralelo con la desconsideración de las tareas domésticas a cargo de la mujer, esposa-madre-abuela-suegra-servicio completo 24 horas; la lograda relación morbosa de poder entre una monitora de natación y una de sus pupilas de Apnea; la atmósfera creada y la sutileza del trabajo de las actrices de De nit, sobre la delicada relación de una hija, atravesando particulares emociones negativas, con su madre en un momento puntual fuera de su habitual ámbito doméstico.
Un conjunto diverso de títulos de interés unidos por el deseo de obtener el Colón de Plata al Mejor Cortometraje Nacional y el Colón de Plata al Mejor Cortometraje Internacional Iberoamericano, sendos premios que saldrán de la decisión del denominado Jurado Joven, constituido por estudiantes de centros educativos de Huelva.