Un impuesto que dará que hablar

El Gobierno está empeñado en buscar culpables a la subida de los precios, de los tipos de interés y de todo lo que se mueve. Empezó con Putin, pasó a las eléctricas, después los bancos y ahora los supermercados. Pero, se están encontrando con problemas de los que ya se les avisó. Como con algunas normas que ya han aprobado (la rebaja de las malversación o la Ley del sí es sí) no han hecho caso a los expertos ni a ninguno de los órganos judiciales que han advertido de las consecuencias o directamente de su ilegalidad, como es el caso del impuesto extraordinario a la banca.


En este caso, incluso han rizado el rizo, ya que Bruselas está siguiéndolo de cerca y ha expresado su opinión sobre las consecuencias para el sistema financiero y de su inconveniencia.


Como digo, no han hecho ni caso y ya se preparan demandas de las entidades financieras. La mayoría ya se ha pronunciado y como dijo en su día la presidenta de Bankinter, primero pagaremos y después recurriremos.


En el caso de las hipotecas, parece que la parte socialista del Gobierno lo tiene más claro. Es, al menos, lo que ha dicho la vicepresidenta Calviño. No se puede desde luego limitar el Euribor, como pretende Podemos, ni tampoco obligar a la banca a dejar de cobrar las hipotecas.


Lo que tendría que hacer el Gobierno con los casi 40.000 millón de recaudación extra es ayudar a la gente que realmente lo necesita y no poner tantas trabas y tanta burocracia a cada medida que nos vende que es para ayudar a las personas vulnerables.


Aún hoy no han dado ni una ayuda de 200 euros para alimentos, ni el 50% del bono joven, ni siquiera ha recibido el Ingreso Mínimo Vital una cuarta parte de los que nos dijeron.


Es el mecanismo, mucha propaganda y escasa ayuda. Mientras las arcas de Hacienda no paran de engordar.  

Un impuesto que dará que hablar

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