Año tras año se quema el monte en Galicia. Tendríamos que preguntarnos de a quienes benefician los incendios forestales?. Las políticas de extinción no pueden olvidarse de los medios de prevención. Cada propietario, comunidad de montes, organismo, entidad o administración pública están obligados a adoptar las medidas necesarias para la prevención de incendios. Entonces, porqué no se cumplen y porqué no se sancionan esos incumplimientos?.
La realidad es que cada verano se queman miles de hectáreas de nuestros bosques, poniendo en riesgo a las empresas, a las viviendas y a la vida de animales y personas. Tanto los ayuntamientos, diputaciones como la propia Xunta de Galicia son conscientes de los errores y la falta de voluntad política para establecer protocolos de prevención adecuados, con la dotación de los medios humanos y materiales necesarios a lo largo de todo el año.
Entonces, a que están esperando?. A que cambien de color los bosques gallegos, dejando el verde esperanza para los libros de historia.
Algunos responsables políticos de Comunidades Autónomas andan siempre escurriendo el bulto tras los pirómanos y las olas de calor. Así se exoneran de cualquier tipo de responsabilidad a pesar de que algunos perciben más de 80.000 euros anules de retribuciones.
Señores gobernantes, pónganse las pilas y actúen en consecuencia, los ciudadanos nos merecemos responsables políticos que estén a la altura de las circunstancias y cumplan con sus compromisos.