Libertad e igualdad

Machismo, igualdad, familia, independencia económica, relaciones de igualdad, techo de cristal, prostitución, pobreza, violencia machista, feminismo, explotación, indignación, justicia social …, son algunos adjetivos utilizados frecuentemente en el libro “oito olladas sobre a folga feminista do 8 de marzo”, por parte de una empresaria, una fotógrafa, una estudiante, una jueza, una matrona, una escritora, una estudiante y una periodista que escriben sobre su experiencia personal en las movilizaciones del Día Internacional de la Mujer. 
 

Millones de mujeres toman las calles, cada año, en muchas ciudades y pueblos de España, con indignación y con determinación, con alegría y con rebeldía, reivindicando unos derechos que aún están lejos de ser una realidad. Es una revolución imparable y esperanzadora. No puede ni debe darse un paso atrás por el bien de la sociedad. 
 

En la publicación, una jueza, refiriéndose a la libertad y a la igualdad de las mujeres afirma que “solo a través de una mutación intrínseca de todos los conceptos y valores en democracia se puede llegar a la verdadera libertad e igualdad”. 
 

Queda mucho camino por recorrer, en España y no digamos en otros países, para conseguir la plena igualdad aunque los avances han sido muy significativos en las últimas décadas. En cambio en  Sudamérica, Asia y África siguen luchando, demasiadas mujeres, por la dignidad y la supervivencia, ante la infinidad de violaciones de sus derechos fundamentales. Las mujeres siguen siendo meros objetos de deseo para sus parejas y maridos, mano de obra barata para los gobernantes y esclavas de sistemas machistas y patriarcales.

Libertad e igualdad

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