l INE publicaba esta semana una catarata de revisiones del dato de PIB de los últimos tres años. Lo más relevante que quería expresarnos, a mi juicio, es que España recuperó los niveles previos a la pandemia ya el año pasado y no en 2023. De hecho, el jueves volvía a publicar otra revisión. Esta referida al segundo trimestre de este año. Nos han dicho que casi todos los componentes han mostrado mejoras en los datos definitivos, aunque se les olvida el pequeño detalle del gasto público, principal aportación al aumento del PIB y de la espiral inflacionista.
En todo caso, y dejando al margen que casualmente estos significativos aumentos se han producido en los periodos en los que estaba al frente del INE el cesado por Calviño, nada va a lograr que se salve 2023. La AIReF, por ejemplo, anunció el jueves que el indicador que elabora el organismo independiente lleva dos oleadas registrando un crecimiento del 0% en el tercer trimestre, con una tasa intertrimestral del 0,0% o por debajo. Explica su presidenta, Cristina Herrero, que ya cuenta con más de la mitad de los indicadores que se tienen en cuenta para la elaboración del dato. En concreto, la totalidad de los correspondientes a julio y más de la mitad de los de agosto. Lógicamente esta desaceleración vendrá acompañada, como ya venimos observando desde hace meses, de una pérdida de fuerza en el mercado laboral. La temporalidad campa a sus anchas y somos el país que más trabajadores despide cada trimestre. Todo ello sin tener en cuenta que los fijos discontinuos inactivos se acercan ya a los 700.000 trabajadores.
Una de las razones aportadas por Herrero para apuntalar sus estimaciones es la persistencia de la inflación, justo la variable a la que también apelaba esta semana el Banco de España y que revisará al alza su previsión de IPC y bajará la de PIB. De hecho, el informe nos anuncia la persistencia de los altos precios los próximos meses y que incluso se acelerará en 2024. También se han pronunciado entidades privadas como Esade que apunta malos datos de los gestores de compra, inversión, industria, construcción y ventas de grandes almacenes. Parece que no va a ser un final de año glorioso ni una cuesta post navideña para recordar.