Los planes estratégicos de las ciudades tienen tres problemas: quién los hace, cómo se elaboran y que casi nunca llegan a aplicarse. Por eso he decidido ahorrar dinero a las arcas públicas y recurrir a ChatGPT para que redacte el plan estratégico de A Coruña 2030-2050. También se podría recurrir a un corta y pega, que en el fondo es algo bastante parecido a cómo trabaja ChatGPT solo que a lo bestia, pero ahora queda todo mucho más fino si decimos que incorpora Inteligencia Artificial. Así que vamos a ello.
Me salto el diagnóstico de la situación de “macroentorno” porque se describe a diario en este periódico. Pido a la IA que haga un DAFO y aquí se lo resumo, que no me sobra el espacio. Debilidades: dependencia de Inditex, paro juvenil, transporte urbano y metropolitano, envejecimiento y urbanismo desequilibrado. Amenazas: inestabilidad internacional, cambio climático, competencia de otros destinos turísticos, políticas nacionales y autonómicas negativas, la gestión de residuos y la limitación presupuestaria. Fortalezas: el puerto, el turismo, la Torre, la universidad, cultura y servicios públicos (se olvidó del aeropuerto y del tren, vaya). Oportunidades: terrenos portuarios, turismo sostenible, innovación tecnológica (debe referirse a la Ciudad de las TIC y la Aesia, claro), regeneración urbana (eso es por las Xubias, seguro), creatividad cultural y colaboración internacional (¿a qué se referirá?).
Si prefieren, echamos más literatura, pero no me digan que no les impresiona. Y gratis total. Sigamos con “la visión, la misión y los valores”. No se preocupen, también se los resumo. Visión: “En 2040, A Coruña será líder en sostenibilidad y calidad de vida en Europa, con un dinamismo económico equitativo, manteniendo su rica herencia cultural en un entorno urbano renovado y accesible para todos sus ciudadanos y visitantes”. Listo, a ver quién le pone un pero. Misión: “fomentar un desarrollo urbano y económico inclusivo y sostenible, mejorando continuamente la calidad de vida de todos sus residentes, apoyando la innovación y la educación, y preservando su patrimonio cultural y natural. Todo ello con políticas transparentes y colaborativas, asegurando un futuro próspero y resiliente para la ciudad”. Perfecto.
Los valores ya se los cuento yo: sostenibilidad, inclusión, transparencia, cohesión y patrimonio.
Es como lo del plan estratégico de la UDC: una universidad pública, gallega y de calidad. No privada, valenciana y mala.
Para objetivos estratégicos ya ni necesito la IA: más vecinos y más felices, más y mejores empresas, y más o menos los mismos turistas pero con mucho mayor gasto por pernoctación o visita.
No se rían, que hay consultoras que viven de escribir planes así, o políticos jóvenes que se los creen, o políticos resabiados conscientes de que un plan estratégico a tiempo distrae la atención de asuntos más urgentes como la corrupción, el bacheado de las calles o la escasez de vivienda pública.
Puede que el plan Coruña 2030-2050 proponga incentivos fiscales, desarrollo de transporte o la creación de eventos. Puede centrarse en la rehabilitación o en la construcción, dependiendo de los intereses que asedien a los redactores. Puede que hasta calcule el presupuesto necesario, defina los responsables y establezca a la perfección el modelo de seguimiento, de comunicación y participación ciudadana. Puede incluso que Isabel Pardo de Vera sea una elección correcta a pesar de las polémicas que la rodean y preceden. Hasta es posible que 250.000 euros no suponga demasiado para el presupuesto municipal. Pero ojalá elaboren algo mejor de lo que nos tienen acostumbrados otros planes estratégicos. Un documento que hoy por hoy te rellena la IA en unos segundos y casi gratis.