El programa Reencontros

Pocos países conocieron tan de cerca como Galicia el drama de la emigración que se llevó la ardiente vitalidad de la juventud y la fuerza de trabajo de esta tierra. Cientos de miles de gallegos vivieron en sus entrañas, desolados, el drama de una trágica despedida de su tierra, de los hijos, de los padres y los abuelos, de toda la unidad familiar. Con su marcha se hacía real el poema de Rosalía “Este vaise i aquel vaise…”, y nadie cantó con más sentimiento que ellos la copla de Juanito Valderrama “Adiós mi España querida”. 


Estos días están en Galicia 192 emigrantes mayores de 65 años que se fueron hace décadas y regresan traídos por el programa Reencontros, una iniciativa del Gobierno gallego que tiene una gran carga simbólica y emociona para todos. 


Como para María que, siendo adolescente, se fue a Buenos Aires con su hermana para reunirse con sus padres. Cuenta que soñó muchos años que regresaba a España a ver a sus abuelos que “me esperaban en la puerta de la casa y cuando estaba a punto de llegar, me despertaba”, unos abuelos que “quedaban en la orilla mientras el barco se iba retirando…”.  


Ahora María vuelve a lugares de su niñez, “pero ya no están los abuelos, han pasado 66 años”. Y vuelve a Vigo que está muy cambiado, pero la ciudad, el verde galaico, el mar, las Islas Cíes que veía antes de irse “están en el mismo sitio”.  Es grandioso ahora ver y recordar lugares y escenas que “me llenan de nostalgia, de tristeza y dolor en un reencuentro que toca el corazón”. Mirando atrás, dice, todo es un montón de recuerdos, hay muchas cosas que duelen, pero hay que mirar adelante”. 


Historias similares las tienen los 191 emigrantes restantes. Se fueron buscando un lugar donde poder soñar, donde poder tener una esperanza “que aquí no teníamos y América fue una buena salida, te abría las puertas y te daba oportunidades… A cambio, tuvimos que acostumbrarnos a vivir en países muy inestables”. 


Nunca han dejado de sentirse españoles y de suspirar por España y Galicia. El  país de uno es aquel en el que echó las raíces de la infancia y adolescencia, “el país que nos daba sentido de pertenencia”. 


Todos estos 192 compatriotas que han vuelto a Galicia son portadores de otras tantas vivencias, como las de María. Para ellos su marcha fue una decisión marcada por la necesidad y el reencuentro con su tierra no es solo un retorno físico, es también una manera de cerrar el ciclo vital de volver a sentir que pertenecen a un lugar que, aunque lejos, nunca dejó de ser su hogar en el corazón. 


¡Larga vida al programa Reencontros! Es una forma de reconocer el papel que desempeñaron nuestros emigrantes proyectando la imagen de Galicia en el exterior y devolverles una pequeña parte de lo que dieron. Y de recordarles que, aunque el tiempo y la distancia separan, la identidad y el sentido de su pertenencia a Galicia permanecen vivos.  

El programa Reencontros

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