Todo va bien, pero somos más pobres

La semana ha sido prolija en datos económicos. Hemos conocido la marcha del mercado laboral y de la economía en el primer trimestre del año y la evolución de los precios del mes de abril. El resumen de todos estos datos macroeconómicos es que aún no hemos recuperado los niveles de riqueza creada anteriores a la pandemia, que el paro sube y el empleo se estanca y que los precios siguen asfixiando a los hogares.
 

Entrando en detalles, el PIB ha crecido un 0,5% gracias a exportaciones y turismo, algo también a la inversión, mientras que el consumo ha restado al crecimiento un 1,8%. Las familias y las empresas siguen asfixiados por la inflación y la subida de los tipos de interés. Tampoco este primer trimestre de 2023 hemos conseguido, como decíamos, recuperar los niveles anteriores al Covid, pese a que Calviño ya lo anunciara el trimestre anterior. En esta ocasión ha declarado que “prácticamente lo hemos conseguido”, aunque nuestra renta per cápita sea la más ha caído según la OCDE.
 

Por otro lado, el IPC general adelantado por el INE ha escalado hasta el 4,1% por la subida de los carburantes, mientras que la subyacente ha cedido algo, hasta el 6,6%, gracias al efecto base, ya que de marzo a abril ha aumentado un 0,95%. Otro dato singularmente orientativo de cómo lo están pasando mal familias y empresas es la salida de ahorros de los bancos para hacer frente a los gastos. En el primer trimestre nada menos que 21.000 millones de euros.
 

En cuanto al mercado laboral, el paro subió en casi 104.000 personas a pesar de que se adelantaron contrataciones para cubrir la Semana Santa. Es la mayor cifra desde 2020 y sin tener en cuenta la pandemia la más alta desde 2013. En este primer trimestre, según la EPA se crearon 11.000 empleos, la menor cifra desde 2007. Además, de los contratos indefinidos que se firmaron casi 24.000 fueron a tiempo parcial y siguen disminuyendo los asalariados y suben los autónomos. De hecho, el empleo en el sector privado lleva dos trimestres cayendo. El resultado es que tenemos un mercado laboral en el que el empleo se está troceando y que no es capaz de recuperar las horas trabajadas anteriores a la pandemia. También han aumentado los hogares con todos sus miembros en paro y el paro juvenil se va hasta el 30%.

Todo va bien, pero somos más pobres

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