Los tres cubiletes de la trampa del paro

El sanchismo ha hecho de la mentira su seña de identidad política. Nada hay más difícil que pillar al presidente diciendo una verdad. Y ello ha ido cayendo en cascada sobre todo el Gobierno y ya es parte del paisaje general. Pareció durante mucho tiempo que además estaba tan asumido que no tenía castigo alguno. Pero desde hace ya casi un año las encuestas han empezado a decir que sí.
 

Pero además ha quedado ya instalado en la calle, en el ateneo del bar y eso hasta es peor. El personal no les cree, piensan que siempre se la están queriendo meter doblada y eso acaba por resultar letal.
 

Lo cierto es que tienen todas las razones y pruebas para reaccionar así. Que alguien te engañe una vez, vale, dos..., pero tres es ya preocuparse mucho por uno mismo y Sánchez eso lo intenta como poco cuatro veces al mes.
 

La última de las gordas, aunque se venía sospechando, ha sido el destape, y con datos oficales, de cómo lo intentaban con el paro, que era por donde se estaban poniendo medallas que están resultando ser de hojalata.
 

A saber, y atendiendo a los datos con que se cerró el año de 2022, donde se reiteró una y otra vez haber bajado de los tres millones de parados, pues resulta que, sin maquillaje, son mentira. Y mentira cochina. 

Porque verán: según los propios datos oficiales que se han dado a conocer por una respuesta a una pregunta parlamentaria, y por escrito, es que en realidad a 31 de diciembre el paro era de casi medio millón más, exactamente de 443.078 para que añadir lo que da un total de 3.280.731 parados.
 

Según se venían ya maliciando muchos el truco provenía de ese pantano verbal llamado Yolanda Díaz (jamás se ha visto capacidad de decir tantas palabras para no decir nada), y que tiene una gran tradición en España: El juego tramposo de los tres cubiletes y la bolita. Que nadie, sino quiere el que los mueve y la esconde, acierta nunca a saber dónde está. La bolita, claro, es el número total y real de parados. Y como se escamotea. Pues verán: de los 443.078 resulta que 268.402 no solo lo son, es que ademas estaban cobrando el paro mientras que los 174.676 restantes, parados estaban también, pero estos, encima sin cobrar. O sea todos, y por desgracia, parados se les vista como se les quiera vestir y relatar.
 

Alguien diría que eso es hacerse trampas al solitario, o sea a uno mismo. Pero no. Nos las están haciendo a todos. A los parados los primeros y al resto de la población después. Y nos mienten tan solo por su interés, el del Gobierno y el de Sánchez. Pura y falaz propaganda para seguir engañándonos en todo, a todos, siempre y cada vez más.
 

Lo dicho. No hay manera de cogerlos diciendo verdad.

Los tres cubiletes de la trampa del paro

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