Dos hermanos promueven en Barreiros, en la costa de Lugo, un complejo de agroturismo sostenible que está dando nuevos usos a infraestructuras agrarias abandonadas, entre otras, un hórreo tradicional reconvertido en una moderna y acogedora suite.
El establecimiento, denominado Abrigadoiro de Rexa, dispone de distintas estancias, entre ellas esta singular habitación premium en una construcción de madera donde históricamente se almacenaba el grano para el ganado.
Tras un largo y delicado proceso de rehabilitación, el interior del hórreo, de 10 metros de largo, dispone ahora de cama de matrimonio de 1,50 metros y baño completamente equipado, además de otras comodidades como calefacción por suelo radiante.
“Es necesario buscar nuevos usos para este tipo de construcciones e infraestructuras agrarias tradicionales si queremos que sigan conservándose y pervivan en el tiempo”, razona Camilo Piñeiroa, promotor junto a su hermano Xosé de esta rehabilitación integral.
En ese sentido, precisa que el hecho de alojarse en la Suite Cabozo de Rexa tiene también una parte solidaria, ya que los huéspedes están contribuyendo con su pernocta a la conservación de este patrimonio histórico de carácter etnográfico y cultural.
De hecho, una parte del coste de la habitación se destina precisamente a seguir rehabilitando el resto de edificios y construcciones que formaban parte de esta casa tradicional de labranza habitada por la familia Piñeiroa desde hace varios siglos.
“El lugar de la infancia siempre es un lugar especial. De ahí surge, en el año 2015, la necesidad de dar nuevos usos a la casa y a una serie de construcciones auxiliares para evitar su deterioro irreversible”, explican.
Además de la suite en el viejo hórreo, que se estrena este mes de agosto, el complejo dispone de una casa con 4 habitaciones destinada a familias. Todo enclavado en un entorno natural a los pies del río Masma y a solo 5 minutos de la Praia das Catedrais, el principal reclamo turístico de la comarca de A Mariña.
“Buscamos un turismo tranquilo y respetuoso con el entorno, alejado de la masificación y los chiringuitos de reguetón a pie de playa. Nuestros huéspedes podrán disfrutar de la máxima tranquilidad y desconectar del día a día y al mismo tiempo conocer la historia de este tipo de casas de labranza, dedicadas a la agricultura y a la ganadería”, indica Camilo.