Un negocio de hostelería de Espíritu Santo sufre dos robos en solo cinco días

Los empresarios y los vecinos de la zona denuncian una oleada de asaltos y reclaman más seguridad
Un negocio de hostelería de Espíritu Santo sufre dos robos en solo cinco días
Destrozos en el interior del negocio asaltado en Espíritu Santo | Cedida

Crece el malestar vecinal ante la oleada de robos registrados en Espíritu Santo, entre los municipios de Sada, Cambre y Bergondo. También saltan las alarmas y aumenta la indignación entre los empresarios del entorno, que advierten de la inseguridad y de la ausencia de medios y vigilancia nocturna a pesar de sus reivindicaciones y de las denuncias interpuestas ante la Guardia Civil.


En la Cantina de Narla, en el ayuntamiento sadense, entraron dos veces en solo cinco días, en la noche del viernes al sábado y en la del martes al miércoles, por el mismo sitio e idéntico modus operandi, por lo que los afectados sospechan que el autor puede ser el mismo individuo, captado las dos veces por las cámaras de seguridad del establecimiento, en la rotonda de la Nacional-VI.


Tras el asalto del viernes, en que se activó la alarma tras saltar el sistema de detección alrededor de las 04.00 horas sus responsables alertaron del suceso a los cuerpos de seguridad, que les aconsejaron no tocar nada hasta la inspección de la Policía Científica de la Guardia Civil. “Iban a venir el lunes, pero llamaron para avisar que les era imposible, que tenían mucho trabajo”, indica Alejandro, de La Cantina de Narla.


En estos días, según comenta el hostelero, también robaron en otro negocio del sector contiguo a la Nacional-VI. Están hartos y exigen medidas a quien corresponda, tanto para que no ocurran más sucesos similares como para evitar riesgos a los empleados, que cualquier día se encuentran de frente con los asaltantes “y puede pasar cualquier cosa”, como para los conductores, pues a estos casos se une el cambio de ubicación de contenedores para obstruir la vía o daños en entradas de las viviendas cercanas a los negocios donde perpetraron los últimos robos, tal y como apuntan los vecinos, que se unen a las demandas de Alejandro.

 

 

Cuchillos

En cuanto al último robo, a diferencia del anterior, en que llevaba capucha, el ladrón accedió con un casco de moto, y así se aprecia en las imágenes de las cámaras de vigilancia del negocio, del que se llevó un botín de 1.000 euros, a los que han de sumar los destrozos en las máquinas, tanto en la recreativa como en la registradora, que acabó hecha ‘pedazos’ en el suelo de La Cantina de Narla.


Además, sobre uno de los mostradores aparecieron varios cuchillos sustraídos de la cocina y otras herramientas, lo primero que se encontró la empleada que llegó a abrir por la mañana, lo que le causó un enorme impacto, como señala Alejandro.


Más tarde, supieron que también habían robado en un taller de carpintería cercano, de donde el caco se llevó el casco que usó después para entrar en la cantina, como recogen las cámaras, donde se aprecian todos y cada uno de los movimientos que realizó en el interior del local.

 

Un negocio de hostelería de Espíritu Santo sufre dos robos en solo cinco días

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