Los Veintisiete adoptaron este lunes la ley de restauración de la naturaleza –que busca recuperar al menos el 20% de las zonas terrestres y marinas para 2030–, que llevaba meses estancada en el Consejo, tras el cambio de posición de Austria, que respaldó la norma.
La primera ley europea de biodiversidad salió adelante con el voto a favor de 20 Estados miembro, la abstención de Bélgica y el rechazo de Finlandia, Italia, Hungría, Países Bajos, Polonia y Suecia, que alegaron su elevado gasto y su posible impacto sobre el sector agrícola.
La regulación, que fue acordada por el Consejo y el Parlamento Europeo (PE) en noviembre de 2023, dependía ahora de la adopción final por parte de los Estados miembro después de que el pleno de la Eurocámara la aprobase en febrero en una ajustada votación y tras convertirse en un símbolo de división que enfrentó a los defensores del Pacto Verde y del sector agrícola.
La presidencia belga del Consejo agendó ayer un nuevo debate al respecto y su posterior votación después de constatar el 22 de marzo que la ley no contaba con la mayoría necesaria ya que Austria, Bélgica, Finlandia, Italia, Países Bajos, Polonia y Suecia expresaron reparos, a los que se unió Hungría, en principio defensora del ‘sí’, en un giro que desequilibró la balanza a favor de la minoría de bloqueo y amenazaba con encallar el reglamento.
El cambio de posición de Austria, que este pasado domingo ya anunció en redes su ministra de Medio Ambiente, Leonore Gewessler, restableció el equilibrio a favor del ‘sí’ pese a las desavenencias en el Gobierno de coalición, pues el canciller austriaco, Karl Nehammer, pidió ignorar el voto de su ministra.
Esta votación suponía el paso final para que la ley entrase en vigor y era la última oportunidad de la Presidencia belga de apuntarse el tanto, pese a su abstención también por reparos internos.
“Esta es la decisión correcta y lo que los ciudadanos, los científicos y la industria seguían pidiendo. Todavía estamos en camino de revertir la pérdida de biodiversidad, comencemos ahora a trabajar juntos y demostremos que la UE sigue liderando el camino”, destacó el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.
La adopción de la ley fue ampliamente celebrada por los defensores del Pacto Verde de Bruselas, como la presidenta del grupo de los Verdes en el PE, Terry Reintke, que valoró el “fin del bloqueo” de una regulación que consideró “crucial” para que la UE alcance el objetivo climático de París.
Las ONG ambientales también celebraron la aprobación porque refleja “el compromiso de una gran mayoría de Gobiernos europeos, al reconocer la imperiosa necesidad de restaurar la naturaleza”. En su opinión, “se da un paso crucial”.