Un hombre acusado de cobrar durante siete años la pensión que su madre fallecida tenía reconocida por Bélgica ha asumido este lunes una pena de dos años de prisión en el juicio celebrado en la Audiencia de Alicante.
El procesado ha reconocido la autoría de los hechos, por lo que se ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía en el que se incluye el compromiso de reintegrar al Estado belga las cantidades percibidas en ese tiempo, que ascienden a 90.000 euros.
Según el escrito de calificación inicial de la acusación pública, la madre del encausado percibía una pensión mensual de más de mil euros por parte de la Oficina Nacional de Pensiones de Bélgica. Su muerte se produjo en diciembre de 2014, pero el encausado no comunicó nada a las autoridades belgas y siguió cobrando dicha prestación durante siete años.
Para justificar que la mujer seguía viva, trámite que debía hacer anualmente, el acusado falsificó la certificación oficial de ‘fe de estado y de vida’, con lo que consiguió prorrogar el ingreso de la pensión hasta que las autoridades belgas descubrieron el engaño.
La Fiscalía demandaba inicialmente una condena de tres años de prisión por los delitos de estafa y continuado de falsedad que, finalmente, ha reducido a dos tras el reconocimiento de los hechos por parte del encausado.
Al margen del reintegro de la prestación percibida de forma indebida, el procesado deberá pagar una multa de seis meses con cuota diaria de seis euros.
La posibilidad de que pudiese concederse la suspensión de la pena de privación de libertad ha quedado aplazada hasta el trámite de ejecución de sentencia.