Claudio Sordo Velasco y Carmen Ortega Fernández, dos aficionados a la observación de fauna que se encontraban este domingo en la zona de la Peña Santa Lucía, en el norte de la provincia de Palencia, grabaron la pelea entre dos osos, macho y hembra, que acabó con la caída de ambos por un desnivel, con resultado de muerte del primero, mientras que un dispositivo de búsqueda trata de localizar a la segunda, que quedó herida, así como a su cría que había huido de la zona instantes antes del accidente.

Sordo y Ortega han autorizado a la Junta de Castilla y León a difundir las imágenes en un vídeo de varios de minutos que se ha publicado en varios mensajes de Twitter en la cuenta oficial @naturalezacyl.

Como explica la cuenta de la Junta, las imágenes son "de gran dureza pero de pura realidad" y muestran "la esencia de la naturaleza que, en ocasiones extraordinarias, permite documentar estos comportamientos para seguir aprendiendo sobre la biología de esta especie amenazada de nuestra Cordillera Cantábrica".

A lo largo del vídeo se observa como, inicialmente, una hembra de oso pardo se encuentra con su cría en una zona de riscos en Peña Santa Lucía, en la Montaña Palentina. Las osas que han parido en invierno, como explican, salen de su lugar de hibernación pasados, al menos, dos meses desde el nacimiento de las crías y las acompañan hasta la primavera siguiente, cuando la hembra adulta se separa de su prole y vuelve a entrar en celo.

Esta osa fue localizada hace varias semanas con dos crías, pero al parecer ya había perdido recientemente a otra, presumiblemente por el ataque de este u otro macho, según apunta Naturaleza Castilla y León.

Precisan que en época de celo es posible que las madres tengan que defender a sus crías del ataque de machos que buscan "inducirlas nuevamente al celo" y, así, en las imágenes grabadas por estas dos personas se ve cómo un macho de oso pardo se aproxima desde una peña próxima a la zona donde se encuentran la hembra y el osezno.

La hembra se defiende del agresivo comportamiento del macho y el pequeño oso logra separarse del conflicto, aunque se queda enriscado en unas peñas.

Finalmente, poco después, tras la "combativa defensa" de la madre a pesar de su "notable diferencia de tamaño", los dos osos adultos se despeñan en una caída de varias decenas de metros y quedan malheridos.

Se observa cómo el macho, que cae y sigue rodando durante varios metros, intenta ponerse sobre las cuatro patas a duras penas, mientras que la hembra sí que recupera la verticalidad y comienza a alejarse lentamente del lugar, aunque parece visiblemente afectada por los golpes.

La cuenta de Twitter añade un último fragmento en el que se observa al osezno trepando un risco, aunque no acaba de poder abandonar la zona.

El operativo desplegado desde primera hora de la mañana de este lunes por la Junta de Castilla y León pudo confirmar a mitad de la mañana la muerte del macho, de 217 kilogramos de peso, cuyo cadáver fue localizado, mientras se continuaba la búsqueda de la osa y el osezno.

En relación con la hembra, de la que no se ha podido confirmar su muerte pero sí la extrema gravedad de las lesiones a la luz de las imágenes y rastros de sangre observados durante la mañana del lunes, se ha conseguido localizar la cavidad donde se ha refugiado, y se trató de monitorizar el interior de la cueva con un equipo remoto priorizando la seguridad de todo el operativo.

Respecto del osezno, durante la mañana del lunes se le consiguió observar, si bien a última hora de la mañana se perdió el contacto visual al haberse introducido en alguna de las múltiples cavidades de la zona, de muy difícil acceso.

La prioridad del operativo es, además de confirmar el alcance de las lesiones en la hembra, la localización y captura del osezno, para lograr su supervivencia en instalaciones especializadas de la Junta hasta que alcance el peso necesario para valerse de forma autónoma.

Cabe recordar que hace unas semanas, los servicios de Medio Ambiente de la Junta recuperaron a otra cría de osezno en estado crítico en las cercanías Colinas del Campo de Martín Moro Toledano (León) y evoluciona de forma "favorable" tras dos semanas de cuidados intensivos en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Junta.