Angustia y un resquicio de esperanza, el trauma de las familias de los desaparecidos en el incendio de Valencia

Fernández ha reconocido que la situación psicológica de la familia del desaparecido es peor que la de quienes han sufrido el incendio, ya que éstos lo han vivido en primera persona, "tienen una narrativa de los hechos y se reconocen a salvo"
Angustia y un resquicio de esperanza, el trauma de las familias de los desaparecidos en el incendio de Valencia
Los Bomberos trabajan en el bloque de edificios incendiado en Valencia | EFE

Incertidumbre, angustia y un resquicio de esperanza es la situación traumática que, en estos momentos, viven las familias de las personas no localizadas tras el incendio de un edificio en València, que además no pueden iniciar el duelo porque no tienen la confirmación del fallecimiento.


En declaraciones a EFE la psicóloga de Emergencias del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Lourdes Fernández, ha considerado que es muy importante que estas personas tengan información puntual de todo lo que se está haciendo porque "su situación es de inmensa impotencia y albergan la esperanza de que sus familiares estén algún sitio, en algún hospital, y nadie les haya encontrado".


Fernández ha reconocido que la situación psicológica de la familia del desaparecido es peor que la de quienes han sufrido el incendio, ya que éstos lo han vivido en primera persona, "tienen una narrativa de los hechos y se reconocen a salvo".


Esta psicóloga de emergencias ha explicado que ahora "todos están en shock, muy desorientados sin saber qué hacer ni qué esperar de la vida porque perder tu vivienda es como perder tu identidad, tus recuerdos, tus fotos y tus pertenencias".


En dos o tres días empezarán a tomar conciencia de lo que les falta, y a partir de ahí se iniciará un duelo donde lo habitual será la tristeza y el enfado, "que se volcará contra los promotores de la vivienda o a quien sea que achaquen la responsabilidad del siniestro".


Esta experta ha admitido que, si reciben los apoyos profesionales necesarios, estas personas irán saliendo de la situación y avanzando, aunque siempre quedan secuelas.


Fernández ha comentado que las reacciones más habituales tras un incidente de este calibre son muchísimas, desde insomnio, pesadillas, ansiedad, dolores de cabeza y dolores físicos que si no se tratan inmediatamente quedan como una patología crónica.


Y dentro de unos meses o unos años cuando les ocurra algo más, estas personas tendrán una sobrerreacción en la que puede brotar todo el trauma acumulado.


Fernández ha insistido en que ahora los afectados están "en modo supervivencia" intentando sobrevivir a una situación inesperada y en unos días comenzarán a tomar conciencia y organizarse.


No obstante, ha reconocido que "cada persona es un mundo, hay gente muy resolutiva y otras que se quedan atascadas en el momento vital y no son capaces de salir adelante".


Ha recordado que en cualquier catástrofe se ve a personas muy proactivas, "que ayudan, incluso, a desescombrar y a otras que se quedan bloqueadas, sentadas en un rincón y llorando amargamente".


Esta psicóloga de emergencias ha hecho un reconocimiento a los cuerpos de intervención porque han tenido heridos entre ellos, pero también por su labor "que les ha dejado tocados al no poder salvar a todo el mundo".

Angustia y un resquicio de esperanza, el trauma de las familias de los desaparecidos en el incendio de Valencia

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