El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, lamentó ayer que las islas sufren una presión migratoria que no pueden afrontar sin apoyos y ante la que se sienten solas, “sin respuestas adecuadas desde la Unión Europea (UE), con una atención insuficiente por parte del Estado y una débil solidaridad del resto de las regiones españolas”, añadió.

Al abrir la segunda jornada de la conferencia anual de las Regiones Ultraperiféricas (RUP), en la que le acompañaba la comisaria europea de Cohesión, Elisa Ferreira, el presidente canario dijo que es urgente que los Veintisiete articulen vías de migración legal y circular, que no penalicen a las regiones de primera llegada por su situación geográfica.

Clavijo afirmó que la solución pasa por la responsabilidad compartida del conjunto de la UE, que supere la solidaridad voluntaria y que evite que solo los territorios de llegada de los migrantes sufran las consecuencias. 

Según recordó, hasta finales de octubre habían llegado a Canarias más de 31.000 personas por vías de irregulares, a bordo de cayucos procedentes de la costa de África Occidental. 

A ellas habría que sumar todas las que perdieron la vida tras el sueño europeo a través de la ruta atlántica, lamentó el presidente, quien comentó que se trata de la peor crisis migratoria de la historia de Canarias, que ya superó el récord de 31.678 personas migrantes del año 2006. 

A nivel nacional, Canarias, que representa apenas el 4% de la población, recibió este año alrededor del 57% del total de personas migrantes que llegaron al país, y casi el 60% del total que lo hicieron por vía marítima.

Menores no acompañados

Hizo hincapié en la llegada de menores no acompañados, cuya acogida y tutela recae en solitario sobre el Gobierno de Canarias, advirtió Clavijo, quien precisó que actualmente hay unos 4.700, a los que se debe ofrecer protección y acceso a los servicios básicos.

Según el presidente, se prevé en 2023 un gasto para atenderlos de más 75 millones de euros, lo que representaría, en siete años, tanto o más que todo el Fondo RUP asignado a Canarias para el período 2021-2027. 

 “El problema no es solo una cuestión de dinero, la llegada de nuevos habitantes a cualquier lugar, sea temporalmente o con un proyecto de vida más duradero, tiene repercusiones sobre múltiples dimensiones, entre ellas la convivencia social y su complejidad ante la dimensión multicultural”, aseveró. Además, señaló que el fenómeno migratorio continuará mientras que el PIB de los países africanos de origen de estas personas que se juegan la vida en el mar sea apenas el 10% del PIB europeo. 

Clavijo lamentó que los problemas competenciales y de coordinación no pueden resultar en una falta de acción, ni en una derivación de responsabilidad, al tiempo que exigió a la UE medidas similares a las adoptadas en Lampedusa, que garanticen un protocolo único y eficaz para la atención a los menores y también que se protejan los derechos de la infancia y la activación del Mecanismo de Protección Civil de la Unión que proporcione mayores medios de ayuda y respuesta rápida en situaciones de emergencia, añadió. 

Regiones Ultraperiféricas

Canarias recibió el “apoyo y aliento” de las demás Regiones Ultraperiféricas (RUP) de la Unión Europea por la crisis migratoria que padece el archipiélago. Por ello, apelaron a la solidaridad del resto de la Unión y pidieron mayores esfuerzos para la redistribución de las personas migrantes. 

En la rueda de prensa posterior a la firma de la XVIII Declaración de la XXVIII Conferencia de Presidentes de las RUP, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, puso en valor el apoyo del resto de las RUP y espera que el Pacto sobre Migración y Asilo puede quedar cerrado antes de las elecciones europeas.