La Comisión Nacional Sanitaria de China anunció ayer 59.938 muertes relacionadas con el covid entre el pasado 8 de diciembre, cuando las autoridades empezaron a relajar las restricciones contra la pandemia, y el 12 de enero de este año.
Según funcionarios del organismo, la edad media de los fallecidos registrados en centros médicos fue de 80,3 años de edad, recogió ayer el diario ‘Global Times’. Asimismo, el 90,1% de los fallecidos tenían más de 65 años, y más del 90% sufrían enfermedades subyacentes.
El organismo aclaró que realizó pruebas PCR para clasificar las muertes de los pacientes como relacionadas con el covid, y que las causas de los óbitos por el virus fueron fallos respiratorios o enfermedades subyacentes que empeoran tras desarrollar covid.
El organismo también aseguró que los casos graves en el actual brote alcanzaron su pico el 5 de enero, unas tres semanas después de que las autoridades relajaran la política de ‘cero covid’. Ese día hubo 128.000 casos graves y el día 12 descendió a los 105.000 casos graves.
La rápida propagación del virus en China sembró dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, ya que hasta ahora solo informaron de un puñado de fallecimientos por la enfermedad pese a las escenas de alta presión hospitalaria.
Además, el gigante asiático no detectó hasta el momento ningún caso transmitido a nivel local de la subvariante XBB.1.5 de Ómicron, aseguró un experto en virología que forma parte del equipo de prevención de enfermedades del país.
Desde octubre, se registraron 16 casos de infecciones locales por subvariantes XBB de Ómicron en China, afirmó Chen Cao, investigador del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China.
Entre el 1 de diciembre de 2022 y el 10 de enero de 2023, China registró 19 subcepas de Ómicron en todo el país. Las subvariantes BA.5.2 y BF.7 predominaron sobre el resto, según el investigador.