Un grupo de científicos chilenos presentó una nueva hipótesis sobre el origen y creación de los agujeros negros, que se basaría “en el choque constante de estrellas en el centro de las galaxias”, en un estudio que apareció en la edición impresa de la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS).
Según los astrónomos, que trabajan en la Universidad de Chile, en la Universidad de Concepción (centro de Chile) y la Universidad de Heidelberg en Alemania en el centro de las galaxias existen densos grupos de estrellas denominados “cúmulos estelares nucleares” que implica la existencia de una masa crítica que actúa como la dosis mínima de material necesaria con la que se desencadena una reacción nuclear.
El estudio de estas agrupaciones de estrellas y cómo se relacionan con los elementos del entorno es un elemento clave para entender la formación galáctica de estos agujeros negros.
“Si se supera esta masa crítica produce una inestabilidad derivada del choque constante entre estrellas, pudiendo así formar un agujero negro”, indicó el astrónomo y participante de la investigación, Andrés Escala.
Según los investigadores, este trabajo, publicado este fin de semana en la revista, arroja una nueva perspectiva científica sobre la formación de estos objetos espaciales, especialmente los llamados “súper masivos”.
“Dado estos constantes choques entre estrellas, los cúmulos pueden llegar a implosionar, es decir, que la masa se retraiga y compacte con gran fuerza, formando así ese agujero”, agregó el primer autor del estudio, Marcelo Vergara.
Los resultados del estudio muestran que los cúmulos estelares nucleares pueden ser puntos clave para la formación y nacimiento de estos cuerpos galácticos, y añade que este proceso podría ser más común de lo que se pensaba.
Para lograr este descubrimiento se utilizó a “Kultrun”, un súper ordenador al que le introdujeron simulaciones numéricas detalladas para resolver ecuaciones físicas que describieran la evolución de estos grupos de estrellas.
El investigador Dominik Schleicher afirmó que el empleo de este ordenador hizo posible simular la interacción entre las estrellas, sus colisiones y la posterior formación de agujeros negros masivos.
El funcionamiento del espacio es una de las grandes cuestiones científicas y humanas, hasta la fecha, los agujeros negros se definen como los restos fríos de antiguas estrellas, tan densos que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de su fuerza gravitatoria.