Las reuniones familiares y los actos sociales de las pasadas navidades favorecieron la transmisión de la gripe, cuyo pico máximo se alcanzará a partir de hoy, según dijo el médico especialista en enfermedades infecciosas Vicente Soriano.
Este experto en genética clínica y profesor y vicedecano de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad Internacional de La Rioja recordó que la gripe comenzó a expandirse el pasado 15 de diciembre.
Una vez finalizadas las celebraciones navideñas, y teniendo en cuenta que el período de incubación hasta que afloran “los síntomas del moquillo y la fiebre” es de entre tres y cinco días, Soriano prevé que el pico máximo de casos sea a partir de hoy, pero aún queda “una semana complicada”.
“Este virus de la gripe A no es especial ni ha mutado”, recalcó, ya que es un virus que estaba en otoños anteriores a la pandemia de covid.
El alto número de contagios del último mes se debe a que en los últimos tres inviernos hubo menos circulación de gente por el aislamiento preventivo debido a la pandemia, de modo que hay poca inmunidad residual en la población, que no ha desarrollado anticuerpos contra las nuevas cepas de cada año.
“A esto se suma un efecto curioso y es que, probablemente, hemos perdido todos el miedo al contagio por lo que supuso el covid”, opinó.
Así, la tasa de vacunación frente a la gripe, que se situaba antes de la pandemia entre el 75% y el 80%, en el momento actual en España es inferior al 65%. La población que sí se vacunó son los más vulnerables: mayores de 60 años, personas con obesidad o diabetes, y enfermos crónicos, precisó este médico, quien fue asesor de la Organización Mundial de la Salud.
La vacunación es una herramienta “muy clara” para combatir la gripe, recalcó, de modo que las comunidades realizaron una nueva campaña para lograr la inmunización frente a las enfermedades respiratorias.
“Los catarros de invierno se pueden combatir con las vacunas contra la gripe, el covid y el virus respiratorio sincitial. Además, este invierno las bronquiolitis de lactantes han caído en picado con la vacuna suministrada a los bebés”, aseguró.
Aparte de las vacunas, hay que tener “una mínima educación” sobre los catarros, si uno es un colectivo de riesgo, tiene expectoración purulenta y fiebre con más de 38 grados durante tres días, hay que consultar a un médico para tomar antivirales y cortar una crisis sanitaria.
Tampoco hay que olvidar la autoprotección: lavado de manos, ventilación, distancia social y usar la mascarilla, que supone “un acto de responsabilidad”. Así, recomendó su uso a sintomáticos y a personas vulnerables, que deben evitar espacios concurridos para no exponerse a los virus.