Una excavación arqueológica en Roma sacó a la luz varios objetos antiguos, como un busto masculino de mármol del siglo II d.C., una extraña moneda del año 700 y un anillo de bronce con un monograma del siglo VI, que se encontraban enterrados frente a las Termas de Caracalla.
En los trabajos, que se iniciaron para localizar el origen de la Vía Appia, también se encontraron fragmentos de vidrio y cerámicas, algunas de ellas decoradas, así como los restos de un ánfora, una columna con una inscripción, antiguos juegos de mesa, además de mosaicos.
El objetivo de la excavación, cuyos hallazgos corresponden a distintas épocas de la historia de la ciudad, era localizar el primer tramo de una de las principales calzadas de la Antigua Roma, la Appia, que algunos documentos históricos fijan a ocho metros de profundidad en el entorno del Circo Máximo y frente a las Termas de Caracalla.
La aparición de un importante torrente de agua subterránea, a seis metros bajo tierra, impidió avanzar hacia los niveles inferiores del yacimiento, en los que se preveía encontrar los restos del inicio de la antigua vía que unía la capital del Imperio con Brindisi, el puerto más importante del Mediterráneo.
“Aunque la complejidad del trabajo provocada por el gran flujo de agua no ha permitido alcanzar el estrato donde se encontraría la calzada de la Appia, los hallazgos efectuados dan testimonio de la actividad de esta zona más allá de la época del Imperio Romano”, detalló la superintendente de Roma, Daniela Porro.
El yacimiento se ubica en una zona con abundantes torrentes subterráneos frente a las antiguas Termas de Caracalla, el monumental complejo termal construido en el siglo III por orden del emperador Caracalla, y en una vaguada que recoge el agua filtrada de dos de las montañas que moldean el paisaje de Roma.
Los objetos se hallaban en el interior de edificios comerciales y residenciales de varias épocas de la historia de la ciudad. El más antiguo se fecha en los años de reinado del emperador Adriano, a principios del siglo II, mientras que los más recientes pertenecen a la edad moderna.
También se reveló la existencia de dos antiguas calzadas de alrededores del siglo II, así como otro camino de los siglos X y XI que “evidencia el uso del trazado de la Appia durante la Edad Media”, explicó el equipo de arqueología. Los objetos históricos sacados a la luz se incluirán como uno de los elementos que constituirán la candidatura de la Vía Appia para ser patrimonio de la humanidad de la Unesco, que se presentará al organismo de las Naciones Unidas en los próximos meses.
Los primeros trabajos arqueológicos en el yacimiento comenzaron en 2018 con estudios cartográficos y geológicos, aunque las excavaciones no se iniciaron hasta el pasado julio.