Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) han instruido diligencias penales por los delitos de maltrato y abandono animal al responsable de una explotación ganadera de Casas de Millán, en la que se encontraron al menos 70 vacas muertas.
La investigación se inició el pasado mes de noviembre, después de que la Guardia Civil tuviera conocimiento, a través de los Servicios Veterinarios Oficiales de la Junta de Extremadura, de que en una finca del término municipal de Casas de Millán se encontraban "al menos, 70 animales muertos de ganado vacuno, en distintas fases de descomposición", así como animales vivos en un "estado de carne deficiente, es decir, con una importante pérdida de peso y masa muscular" debido a una alimentación insuficiente o inadecuada.
De esta manera, los agentes iniciaron una investigación que les llevó a averiguar la titularidad de la explotación ganadera y la identidad de los responsables del cuidado de los animales, relata la Guardia Civil en nota de prensa.
Según explica, la situación observada, con las "malas prácticas de cuidado" llevadas a cabo por los responsables de la explotación, en las que podía observarse el sometimiento de los animales a una mala alimentación, que se realizaba, además, entre un gran número de cadáveres, junto a ovejas que también "presentaban un estado deficiente de carnes", lo que aumentaba las probabilidades de muerte de las reses.
Varios días después de una de las primeras inspecciones, llevada a cabo en noviembre y en la que estuvo presente el responsable del cuidado de los animales, fue hallado el cadáver de una vaca que "en esa primera inspección se encontraba viva, si bien presentaba una extrema delgadez y permanecía en el suelo sin poder levantarse".
También se localizó el cadáver reciente de otra vaca que días antes había sido observada, en el mismo lugar, en mal estado y que no se podía levantar del barro, unos hechos que "evidenciaban la falta de cuidado, asistencia o ayuda suministrada por sus cuidadores, a sabiendas del estado en que se encontraban los animales, que carecían de recipientes de agua o forraje en el lugar con el que alimentarse".
Por todo lo expuesto, el pasado 13 de enero, los agentes del Seprona instruyeron diligencias penales, ante la supuesta comisión de los delitos de maltrato y abandono animal, frente al responsable del cuidado de los animales, y que han sido remitidas al Juzgado de Instrucción, en funciones de Guardia de Cáceres.
Ante esta situación, la Guardia Civil recuerda que el maltrato y abandono animal es un delito que se castiga con penas de prisión, multa e inhabilitación, según la gravedad y las circunstancias del caso, y que el Código Penal ha sido reformado en el año 2023 para ampliar la protección de los animales y endurecer las sanciones a los infractores.
Asimismo, hace un llamamiento a la ciudadanía para que denuncie cualquier caso de maltrato o abandono animal del que tenga conocimiento, a través del teléfono 062 o de la aplicación móvil Alertcops, o bien, a través del formulario anónimo de colaboración con la Guardia Civil.