La XXIV edición de los Latin Grammy, la primera celebrada en España, coronó a un repóker de reyes y reinas integrado por el mexicano estadounidense Edgar Barrera, el argentino Bizarrap, la mexicana Natalia Lafourcade y las colombianas Shakira y Karol G en una gala especialmente potente para su país.
En “la noche más importante de la música latina”, celebrada esta vez muy lejos de Estados Unidos (EEUU), en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, fue premonitorio que la lista de premiados la inaugurase Barrera como compositor del año, una categoría nueva que “abre espacio a los que componen canciones pero no las cantan y que suelen pasar desapercibidos”, según reivindicó.
Este artista se hizo también con el premio de productor del año y mejor canción regional mexicana.
Tampoco le fue mal la noche a Natalia Lafourcade, acreedora de los Latin Grammy a la grabación del año por ‘De todas las flores’ y al mejor álbum y mejor canción de cantautor. Lafourcade celebró “el poder medicinal” de la música tras reconocer que este fue “el disco más personal” de su carrera.
“No me puedo creer que este año el mejor álbum de música urbana lo tenga una mujer”, exclamó Karol G al recoger esta distinción por su ‘Mañana será bonito’, que aún había de recabar el Latin Grammy al álbum del año.
Fuera de cámara había recaído igualmente en ella el galardón a mejor fusión/interpretación urbana por ‘TQG’ junto a Shakira, quien vivió una noche tan fuerte en lo musical como lo fue su último año. “A mis hijos les he prometido que voy a ser feliz”, afirmó la artista, que cosechó los galardones a canción del año y mejor canción pop junto a Bizarrap.
No han sido las únicas colombianas que hicieron aún más apabullante el momento actual de la música de su país. Juanes consiguió el mejor álbum de pop/rock por ‘Vida cotidiana’, Camilo el de mejor vídeo musical en versión larga por ‘El primer tour de mi vida’ y Carlos Vives el álbum de cumbia o vallenato por ‘Escalona nunca se había grabado así’.
A la lista aún cabe sumar a otros como Andrés Cepeda (mejor álbum de pop vocal tradicional); Monsieur Periné (mejor álbum de música alternativa) y Juan Galiano (por la mejor canción rock).
Por su parte, el español Quevedo y el argentino Bizarrap obtuvieron el premio a mejor canción urbana como compositores de su famosa ‘Bzrp Music Sessions, Vol. 52’. El productor y DJ argentino, que empezó “en su cuarto con una computadora”, citó entonces “a todos los pibes y las pibas que están empezando, que vean que con muy poco se puede lograr mucho”, mientras su aliado canario quiso dar las gracias al público “por llevar a donde llevaron la canción” y convertirles “un ejemplo de que sí se puede salir de la nada”.
Que esta fuese la primera edición con sede en España y fuera de EEUU se sintió en numerosos guiños como los gigantescos abanicos del escenario o el número flamenco protagonizado por Israel Fernández y Niña Pastori, ganadora del mejor disco de esta categoría.
El sabor español se notó más aún al comenzar la emisión televisada, primero con la delicada versión con quejío flamenco que Rosalía hizo del ‘Se nos rompió el amor’ que popularizara su compatriota Rocío Jurado y, justo después, con la recuperación de ‘Corazón partío’, que Alejandro Sanz ejecutó rodeado de un nutrido cuerpo de baile entre mantones de Manila y abanicos.
También el actor Antonio Banderas, al que se concedió el Premio de la Presidencia de 2023 por su apoyo a las artes y, en concreto, a la música, quiso ensalzar el cambio de sede en esta edición a Andalucía, “tierra fértil” en creadores como Federico García Lorca o Rafael Alberti.