La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género contabilizó al menos 52 mujeres víctimas mortales por violencia machista en España en lo que va de 2023, dos más que en todo 2022. A ellas pueden sumarse dos menores fallecidos por violencia vicaria, ya que uno de los casos está en investigación, serían los mismos que en 2022. Son datos conocidos pues se mencionan cada vez que se confirma un caso.
Menos conocida es la cifra de intentos de homicidios machistas, que deben sumarse a estas estadísticas: al menos 29 mujeres sufrieron un intento de homicidio machista en lo que va de 2023, frente a los 35 registrados en todo 2022, según adelantó la fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato.
Con motivo de la celebración el 25 de noviembre del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Peramato reclamó que se lleve a cabo un estudio cualitativo “multidisciplinar” sobre los feminicidios no consumados en el que participen “diferentes especialistas” que analice el fenómeno de los intentos de homicidio porque considera que pueden arrojar “luz” sobre los casos más extremos de violencia de género. De hecho, la fiscal ya propuso al Comité de Crisis de Violencia de Género ampliar el foco de estudio de la violencia machista para no perder una información “valiosa” de víctimas que sobrevivieron.
En este caso, expuso que la mujer podría aportar si denunció o no previamente, por qué quiso retirar la denuncia, por qué no quiso colaborar en el procedimiento, o por qué si se acordó una orden de protección pidió que se retirara, entre otras cuestiones.
A pesar de la falta de un estudio que aporte datos en profundidad, Peramato expuso que en la Fiscalía extrajeron conclusiones sobre los casos de lo que llaman feminicidios no consumados y señaló que “preocupa” la actitud de la víctima en el procedimiento, cuando no quiere declarar. “Si ella no colabora con la investigación, en el enjuiciamiento, lo más fácil es que el procedimiento termine en archivo, en sobreseimiento provisional o en sentencia absolutoria”, denunció.
En todo caso, la fiscal defiende que se conozcan y difundan las cifras de las víctimas mortales, pese a que el Tribunal de Cuentas advirtió de que esta estadística puede eclipsar la eficacia de las medidas de protección. “Es absolutamente importante que la sociedad conozca cuál es la realidad en relación a la manifestación más extrema, que son los feminicidios, ya sean consumados o intentados. Es una realidad que no se puede opacar, que no se puede disimular y que no se puede desconocer”, sentenció.
Por otro lado, Peramato alertó sobre los “agresores persistentes” (con denuncias de violencia de género con dos o más víctimas). e indicó que los fiscales tienen que tener esos datos en el procedimiento y que los deben valorar como un factor de riesgo para solicitar las órdenes de protección y, en su caso, la instalación de los dispositivos telemáticos.
Además, la fiscal quiso insistir en la importancia de la prevención, de la concienciación y de la implicación y sensibilización de toda la sociedad, con distintos objetivos: educar en la resolución de los conflictos sin violencia, ayudar a las víctimas a identificar la situación que viven y posicionarse de su lado rechazando al agresor y el negacionsismo.
Finalmente, respecto a la celebración del 25 de noviembre, Peramato lanzó el mensaje de que “la violencia de género existe” y es “indiscutible”. “Son delitos que afectan a las mujeres, a los niños y niñas y que están haciendo muchísimo daño a la sociedad, que es innegable, que es injustificable”, afirmó.
Además, pidió a todas las víctimas “que confíen en las instituciones, en la Administración de Justicia y sepan que solamente confiando van a poderse proteger y proteger a sus niños”.