El Parlamento Europeo fijó este miércoles en sesión plenaria su posición negociadora sobre una normativa que permitirá un mayor acceso a los datos sanitarios de los ciudadanos de la Unión Europea (UE).
El informe, respaldado con 516 votos a favor, 95 en contra y 20 abstenciones, contempla la creación de un Espacio Europeo de Datos Sanitarios para facilitar un mayor acceso a los datos clínicos y garantizar que sean compartidos de forma segura para fines de investigación.
La nueva ley europea permitirá a los ciudadanos acceder a sus datos sanitarios, incluyendo el historial médico, recetas electrónicas, imágenes médicas y resultados del laboratorio, así como a los profesionales de la salud, pero solo para cuestiones relativas al tratamiento de sus pacientes.
Además, la legislación contempla disposiciones respecto a la seguridad de los datos que deberán ser respetadas por los proveedores de sistemas para historiales médicos en la Unión, una cuestión que dependerá de la supervisión de cada Estado miembro.
En este sentido, la Eurocámara abogó por el intercambio de datos sanitarios por motivos de interés público, el denominado “uso secundario de los datos”, como la investigación, la innovación, la elaboración de políticas o la seguridad de los pacientes, y rechazó su uso para la “publicidad” o “evaluar solicitudes de seguro”, según un comunicado.
Por ello, los eurodiputados propusieron un sistema de exclusión voluntaria para el uso secundario de los datos clínicos y exigieron además que fuera obligatorio contar con el consentimiento de los pacientes para consultar ciertos datos más sensibles como la información genética o genómica.
Respecto a la forma final de la ley, el Parlamento Europeo quiere restringir estos "usos secundarios" y vetar la utilización de los datos en “el mercado laboral” o en “los servicios financieros” y considera que los datos compartidos con fines de investigación “deben conducir al desarrollo de nuevos medicamentos”, así como a “productos o servicios sanitarios”.
También quiere garantizar que todos los Estados miembros de la Unión cuenten con “fondos suficientes” para velar por el buen uso de los datos y evitar que “constituyan secretos comerciales”.
Tras el debate plenario que tuvo lugar el martes y la votación de los eurodiputados, el Parlamento puede iniciar las negociaciones sobre la forma definitiva de la ley con el Consejo, que adoptó su posición el 6 de diciembre.
La eurodiputada italiana del grupo Identidad y Democracia y coponente del texto, Annalisa Tardino, afirmó que el nuevo Espacio Europeo de Datos Sanitario “contribuirá a proporcionar asistencia sanitaria de última generación a los pacientes de todo el territorio de la Unión Europea”, asegurando haber alcanzado un “equilibrio” entre la “investigación” y la “protección de la privacidad”.
Por otro lado, la eurodiputada española del partido Renew y negociadora de la norma, Susana Solís, afirmó que se trata de un “paso definitivo hacia una Europa de los ciudadanos” y reconoció “los grandes desafíos” de la propuesta, al tratar de conjugar el control de los datos “con el impulso de la investigación y la innovación”.