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sábado | 17 agosto | 2024
Las rutas marítimas de los migrantes hacia España en patera o cayuco por el Mediterráneo y Canarias mataron en lo que va de año a 1.194 personas, una cada siete horas, según datos facilitados por la Organización de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM).
Según el balance a 30 de noviembre del programa ‘Missing migrants’ de la OIM, casi tres de cada cuatro víctimas corresponden a la ruta canaria, donde se dejaron la vida este año 868 personas (el 72,6% del total). Un promedio de 2,6 muertes diarias.
Las otras 326 perecieron tratando de llegar a España a través del Estrecho de Gibraltar, el mar de Alborán o la ruta argelina a Baleares, toda una región que los organismos internacionales catalogan como Mediterráneo Occidental. Casi un muerto diario en barcazas hacia España. Los datos que publica la Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) indican que, hasta final de noviembre, llegaron a España 13.507 personas por el Mediterráneo Occidental y 32.422 por Canarias.
Si el balance de muertos y desaparecidos de la OIM se cruza con el de llegadas y rescates de Frontex, se observa que este año murieron en el Atlántico un migrante por cada 37 que desembarcaron con vida en Canarias y, en el Mediterráneo, uno por cada 41.
La OIM precisa que sus cifras deben tomarse como un mínimo, pues existen naufragios de los que no tienen datos. El número total de víctimas incluye un mínimo de 34 menores, 19 en la ruta canaria y 15 en el Mediterráneo Occidental, y no menos de 96 mujeres (84 en la primera ruta y doce la otra). Según la OIM, en todos los meses de 2023 hubo muertos y desaparecidos en ambas rutas.
El mes más trágico fue noviembre, con doce muertes diarias (353 en Canarias y nueve en el Mediterráneo), seguido de julio, con casi seis diarias (147 en Canarias y 31 en el Mediterráneo); y agosto, con cinco diarias (75 en Canarias y 80 en el Mediterráneo).
En los registros del programa ‘Missing Migrants’ este año hay muchos casos con una o dos víctimas, pero también tragedias con hasta 191 muertos y desaparecidos de una tacada.
El valor del capital humano que pierde España por el efecto de la emigración superó los 150.000 millones de euros en 2022, un 40% más que antes de la pandemia, según las conclusiones de un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.
El número de personas que deciden abandonar España para buscar oportunidades laborales en otros países registró un nuevo repunte tras la pandemia y en el primer semestre del año pasado superó en un 11,7% las cifras de emigrantes del mismo periodo del año anterior.
