El dúo musical formado por los hermanos Javier y Pedro Herrero Pozo, conocidos como Los Pecos, regresa a los escenarios en 2025 con su gira ‘Dos Voces y Una Historia’, un tour para conmemorar los 45 años de su debut que pasará por A Coruña el próximo 5 de abril. Ambos viven este regreso “con mucha ilusión” y “ganas de subirse al escenario” y explicaron cómo vivieron el salto a la fama, con la “ingenuidad y alegría” de dos niños, en una época en la que no se atendía tanto como ahora a la salud mental.
“Con una ingenuidad y una alegría inmensa por poder dedicarte a lo que realmente te querías dedicar. Pero sí, todo fue un período de aprendizaje y ahora se mira muchísimo lo de los follones mentales, ¿no? Y antes, pues allá te las arreglaras. Por eso entiendo que de vez en cuando la gente diga: ‘Voy a parar para reiniciarme’”, señaló Pedro. Preguntados por si esto les ocurrió a ellos, Pedro aseguró que “en muchísimas ocasiones”.
Javier había cumplido 17 años y Pedro 16 cuando su disco de debut vendió más de 300.000 ejemplares en España. Eran dos jóvenes del barrio de San Cristóbal de Los Ángeles, de Madrid, que vieron cómo su canción ‘Esperanzas’, compuesta por Pedro y cantada por Javier, cambiaba su vida, impulsando un fenómeno fan.
El primer single de su segundo disco, ‘Háblame De Ti’, volvió a repetir número uno y llevó el álbum a los 500.000 ejemplares vendidos. En tres años publicaron tres discos con más de 1,1 millones de copias vendidas. Después llegaron ‘20 Años’, ‘Que No Lastimen A Tu Corazón’, ‘Por Arte De Magia’, ‘Pensando En Ti’ o ‘Un Manantial De Ternura’.
Según recordaron, cuando saltaron a la fama les era “casi imposible salir por la calle” pero lo llevaron “de la mejor forma posible” y fueron aprendiendo a “dejarse querer”. Si bien, implicó renuncias pues, precisaron, “no puedes hacer las cosas cotidianas que hace la gente de tu edad, tus amigos”.
Además, Pedro remarcó que nunca dejaron de ser chicos “normales” y que fueron “aprendiendo a cada paso”. Al principio solo les conocían en “su casa”, su “madre”, y a ella es a la que entregaron su primer sueldo.
“No ayudamos, entregamos todo. En este caso, mi madre estaba encantada de ver a sus hijos subidos en un escenario, que era lo que más nos gustaba, poder dedicarnos a eso. Y fue muy valiente al dejarnos hacer todo ese recorrido. Pero claro, está súper orgullosa de eso, de poder ver a sus hijos crecer en su profesión y seguir durante todos estos años”, destacó Javier.
Ahora, 45 años después, Los Pecos se suben a los escenarios “un poco desentrenados” pero “con mucha ilusión y muchas ganas” de reencontrarse con la gente que les “ha seguido desde los principios” y de convertir los conciertos en “una fiesta”.