Luis Piedrahita tiene una larga trayectoria en el mundo del humor, en el que nota que, cada vez más, hay gente que "se revuelve" ante ciertos chistes, pero alerta de que aquellos que se ofenden están "condenados al escozor eterno" en una vida llena de malas noticias en la que son muy necesarias las risas.

En plena preparación del Encuentro Mundial del Humorismo, que dirige en A Coruña entre el 28 de abril y el 7 de mayo, Piedrahita (A Coruña, 1977) analiza en una entrevista con EFE el panorama humorístico actual.

Considera que "hablar de los límites del humor tiene muy poco sentido porque el humor es un límite, es una frontera, es tener un pie en la realidad y otro pie en la ficción".

Para él, su trabajo es mantener "una mirada con un ojo serio y otro guiñado" y, de hecho, es precisamente lo que muestra con el cartel del evento, que "habla de agitar cabezas".

"Eso es lo que tiene que hacer el humor: desdibujar fronteras. Debemos saber de qué están hechas las cosas y que el humor funcione como un colisionador de hadrones intelectual en el que chocan cientos de ideas hasta que nos sacan una sonrisa", resume.

Nota, no obstante, que aumenta el número de personas que traza líneas rojas sobre los asuntos de los que se pueden hacer chistes.

"Es un problema de la gente. La ofensa sucede en el ofendido. Hubo una época hace 40 años en la que no se podía hablar de nada, luego se pudo hablar de todo y ahora parece que se puede hablar de todos, pero hay cosas de las que si hablas, parece que la gente se revuelve", analiza.

Advierte que ese "que se ofende" con el humor está "condenado al escozor eterno", pues la risa "sirve para afrontar la vida".

"En la vida, por lo general, son todo malas noticias, pero hay algunas buenas: el amor, el conocimiento y el arte. El humor está dentro de esta última", explica.

Y aquí enmarca un evento como el Encuentro Mundial del Humorismo, que llega ya a su tercera edición y contará con humoristas como Silvia Abril, Xosé Antonio Touriñán, Dani Rovira, Eva Hache, Eva Soriano, Ana Morgade, Carolina Iglesias, Leo Harlem, Ignatius Farray, Pantomima Full, Javier Cansado o Javier Veiga.

"Lo hacemos aquí porque yo soy de aquí, aunque no solo por eso. Era evidente que los grandes escritores gallegos tienen en común que abrevaban todos en el cacito del humor. Hacían el humor de altura y este es un motivo más para acordarnos de ese humor de altura", desvela.

Lo dice en un escenario como la plaza del Humor de A Coruña, donde figuras de todos estos escritores -Vicente Risco, Otero Pedrayo, Wenceslao Fernández Flórez- muestran ese humor irónico que los llevó a retratar su realidad como también la retrata el propio Piedrahita, que acaba de estrenar una figura en la misma plaza.

"Cuando preparas un evento como este y llamas a los compañeros y se lo propones, en cuanto les dices que es en A Coruña no hay nadie que no quiera venir a echarse unas risas", desgrana.

Él mismo participará y lo hará con un examen sobre "la banda sonora de nuestra risa", un espectáculo en el que hará un "análisis profundo" acerca de temas míticos como 'Tengo una vaca lechera', 'Pajaritos a volar' o 'Tengo un tractor amarillo'.

Serán unos días, como concluye, de risas garantizadas y en los que, espera, la idea que prevalezca sea la de desconectar y pensar, como dice su lema de este año: "agitar cabezas".