El PSOE no presentó enmiendas a la ley trans en su tramitación en el Senado, mientras PP y Vox insisten en vetar el texto y ERC presentó propuestas para ampliar el texto e incluir otras realidades, como la de las personas no binarias o de las asexuales, así como para garantizar un trato sin discriminaciones a las personas trans que piden protección internacional.
Los socialistas ponen fin así a su lucha por cambiar este texto aprobado por el PSOE en el Consejo de Ministros y que quisieron modificar en el Congreso para endurecer el cambio registral de los menores trans, así como el proceso de reversibilidad. Tras no conseguir los apoyos suficientes a estas propuestas en la Comisión de Igualdad del Congreso, el principal partido del Ejecutivo decidió no mantenerlas para el debate de la ley en el Pleno de la Cámara Baja. Ahora, se reafirmó en esta postura para la tramitación de la norma en el Senado y decidió no enmendar nada.
Quienes sí siguen la línea que defendieron en el Congreso son PP y Vox. Ambas formaciones registraron en la Cámara Alta sendos vetos a la ley para que su tramitación decaiga.
Sin embargo y, ante el previsible rechazo a estos vetos, los de Alberto Núñez Feijóo también presentaron 86 enmiendas al texto, con las que proponen la supresión del artículo referente a la autodeterminación de género o al cambio registral de nombre y sexo de los menores, así como de aquellos términos que aparecen en la ley y que, según denunciaron, “oscurecen la existencia del sexo biológico”. Con esto último se refieren a aquellos términos que sustituyen las palabras “madre” y “padre” por “progenitor gestante”, “progenitor no gestante” o “progenitor que conste como gestante”, entre otros.
Los populares también pidieron incluir en el artículo que prohíbe las llamadas “terapias de conversión” que se especifique que no se considerará como tal “el asesoramiento médico o psicológico que realicen los menores o sus representantes legales para recibir el apoyo profesional sobre la posible disforia de género”.
En línea con lo anterior, el principal partido de la oposición llamó a eliminar los puntos en los que se llama a garantizar una atención sanitaria a las personas trans “conforme a los principios de no patologización, autonomía, decisión y consentimiento informados, no discriminación, asistencia integral, calidad, especialización, proximidad y no segregación”; que los menores que hayan cambiado su nombre en el registro tengan un trato conforme a su identidad; o aquellos que establecen sanciones frente a discursos o comportamientos discriminatorios, entre otros.
Por otra parte, ERC, la formación que más enmiendas presentó (102), busca ampliar el texto incluyendo realidades que, según expusieron, se quedaron fuera de la norma. Además, proponen medidas para garantizar la autodeterminación de las personas trans extranjeras.
También quieren obligar a la Administración y a las empresas de más de 50 empleados a tener una Plan de Igualdad Lgtbia+ que contenga un diagnóstico de la situación del respeto a la diversidad; proponen que la Lbtgifobia se considere riesgo psicosocial; que se promocione de la investigación sobre el VIH; o crear un programa específico para dar solución a las grandes deficiencias farmacológicas de los tratamientos para personas trans.
Otras formaciones que presentaron enmiendas son PNV, todas para garantizar el respecto a las competencias autonómicas; Geroa Bai, que reclamó una atención sanitaria multidisciplinar en los procesos de cambio de sexo y Cs, que propone crear un grupo de trabajo en el Consejo Superior de Deportes, para garantizar el correcto funcionamiento de las competiciones deportivas.
ERC, EH-Bildu, el PNV, el grupo de Izquierda Confederal y Junts presentaron una enmienda conjunta a la ley trans en el Senado para garantizar que la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud cubra “los distintos tratamientos necesarios relacionados con los procesos de transición”.
Los partidos que respaldan al Gobierno esta legislatura decidieron unir fuerzas para ampliar derechos y firmaron juntas nueve enmiendas, entre las que destacan su apuesta por garantizar la atención a las personas transexuales en la sanidad pública.
Reclamaron también derechos para las personas no binarias –que no se identifican ni como mujeres ni como hombres– y piden que puedan dejar en blanco la mención relativa del sexo en los documentos oficiales, al igual que las intersexuales.