Nueve personas han muerto en el incendio de un edificio residencial en el barrio de Campanar de València declarado la tarde del jueves por causas que aún se desconocen, y dos bomberos permanecen hospitalizados al resultar heridos al tratar de evacuar a los afectados, aunque su vida no corre peligro.
La investigación de las causas del incendio y su rápida propagación, así como la atención a las víctimas, centran ahora los esfuerzos de las administraciones.
La pasada madrugada se hallaron cuatro cadáveres y más tarde, cuando los bomberos y la policía científica han podido acceder finalmente al edificio, se han localizado el resto de los nueve cuerpos.
La brigada científica de la Policía Nacional ha determinado en el proceso de identificación que ese es el número de cadáveres hallados hasta el momento en el interior de los edificios calcinados, uno menos que la cifra oficial que se había ofrecido a primera hora de esta tarde.
En ese primer momento la Delegación del Gobierno en Valencia indicó que el número de cadáveres encontrados coincidía con la cifra de personas que estaban ilocalizadas. Sin embargo, la rebaja en la cifra de víctimas mortales implica que vuelve a haber una persona desaparecida, según confirma a EFE la Delegación del Gobierno.
La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de València ha abierto diligencias previas para investigar las causas del incendio y ha decretado el secreto de las actuaciones a fin de proteger las pesquisas policiales y la intimidad de las víctimas y sus familiares.
Con el origen del siniestro aún por determinar, las especulaciones se han centrado en los motivos por los que el fuego se propagó tan rápidamente por el edificio que, según los técnicos, cumplía con la normativa vigente en 2008, año de su construcción.
En concreto, la presencia o no de poliuretano como aislante y el revestimiento en forma de ‘fachada ventilada’ han podido contribuir, según varios expertos, a la rapidez con la que ardió todo el edificio.
No obstante, respecto al primer factor, la Asociación de la Industria del Poliuretano Rígido (IPUR) ha asegurado que este material no está presente “ni como relleno del revestimiento exterior, ni como material aislante en la cámara de aire”.
Un equipo de Policía Científica se ha desplazado para colaborar en la investigación y en la identificación de las víctimas, así como 107 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que ya han comenzado a retirarse por la tarde.
Realojos, trámites y solidaridad
105 personas han sido realojadas en hoteles de la ciudad y el resto permanecen en casas de familiares o amigos, mientras el ayuntamiento ha puesto a disposición de las víctimas un edificio de nueva construcción con 131 viviendas.
El consistorio valenciano ha habilitado puntos de atención para los primeros trámites burocráticos.
Por su parte, el Gobierno valenciano aprobará el lunes un decreto de ayudas económicas, fiscales y sociales urgentes para los afectados, según ha anunciado el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
Mazón y la alcaldesa de València, María José Catalá, han estado en el lugar del suceso junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha ofrecido la ayuda y colaboración del Ejecutivo con la administración local y autonómica. Incluso la Unión Europea ha mostrado su solidaridad y ha ofrecido ayuda para los afectados.
La tragedia ha despertado una avalancha de solidaridad, cuya muestra más directa es el aluvión de ropa, alimentos, juguetes y material escolar donado por los vecinos de la ciudad, y los ofrecimientos para realojar a los afectados.
Destacable ha sido el papel de los servicios de emergencias y de los bomberos, seis de los cuales resultaron heridos al intentar desalojar el edificio en los primeros momentos.
Tanto la ciudad de València como la comunidad han decretado tres días de luto oficial y se han suspendido todos los actos falleros que estaban previstos hasta el domingo