Los suicidios en adolescentes españoles aumentaron un 32,35% entre 2019-2021 (pasando de 34 a 45 fallecidos), aunque este alza  no se explica por la aparición de la pandemia de covid, sino que es una tendencia que se lleva observando desde 2018, según el ‘Informe sobre la Evolución del suicidio en España en la población infantojuvenil (2000-2021)’, realizado con datos del Instituto Nacional de Estadística.

De las investigaciones derivadas del consorcio Survive, así como de la vigilancia epidemiológica de la Plataforma Nacional para el Estudio y la Prevención del Suicidio, se registra, en general, una tasa de mortalidad por suicidio estandarizada por edad en España del 8.45 muertes por cada 100.000 habitantes en 2021, es decir, once personas se quitaron la vida cada día.

Datos pormenorizados

La mitad de los casos registrados se dieron en la franja de edad entre los 40 y los 64 años, el 31% tenían 65 años o más, el 13,8% entre 25 y 39 y un 5% entre diez y 24. 

Aunque los aumentos se dieron en todas las edades, del estudio se desprende un incremento significativo del número de suicidios de chavales de doce a 17 años en el bienio 2019-2021. Solo en 2021 se registraron 336 muertes por suicidio en jóvenes de doce a 29 años, unas “cifras alarmantes” según el estudio, que recuerda que ya es la primera causa de muerte en este grupo.

La tasa de mortalidad por suicidio estandarizada por edad en adultos jóvenes (24-29 años) en 2021 fue de 5,75 por cada 100.000 habitantes. En relación con la distribución por sexo, de los casos registrados en este grupo de edad, un 81,5% fueron hombres. Por nacionalidad, un 78,6% de los suicidios fue llevado a cabo por personas nacidas en España.

En relación con la distribución geográfica, se registran tasas superiores a siete casos por cada 100.000 habitantes en cinco provincias: Ávila, Melilla, Palencia, Navarra y, A Coruña. Existe un desequilibrio entre en las muertes por suicidio en relación con el sexo. Así, tres de cada cuatro fallecimientos son en hombres.