La Plataforma de Infancia, Save the Children y Unicef España insistieron en la urgencia de reformar el sistema de prestaciones y deducciones fiscales a la infancia y las familias para aumentar las ayudas destinadas a la crianza, con el objetivo de alcanzar en España una ayuda universal.

El informe ‘Propuesta de reforma fiscal para implantar una ayuda a la crianza’ contempla cuatro escenarios para reducir la pobreza infantil y la desigualdad y su impacto presupuestario. Todos ellos recogen la posibilidad de que las deducciones se pueden cobrar como una ayuda para que todos los hogares puedan acceder a ellas.

Cuatro propuestas

El primer escenario plantea una deducción reembolsable, universal y fija, de 1.440 euros por hijo a cargo menor de 18 años, medida que sustituiría al mínimo por descendientes menores de 18 años. Se estima un coste bruto de 11.288 millones de euros anuales y una reducción de 5,4 puntos porcentuales de la pobreza infantil moderada. 

El segundo escenario propone que esa deducción reembolsable universal sea modulable en función de las rentas, pudiendo alcanzar una cuantía máxima de 2.600 euros para las familias con rentas más bajas. Esto beneficiaría especialmente a las familias monomarentales, y podría reducir la pobreza infantil moderada en casi 3 puntos porcentuales; el coste bruto estimado sería de 5.801 millones de euros.

 El tercer escenario sugiere que la deducción reembolsable de 1.440 euros por hijo a cargo se aplique a familias por debajo del umbral de la pobreza. Esta propuesta traería un descenso de 3,1 puntos porcentuales de la pobreza infantil moderada y su coste estimado se situaría en los 5.755 millones.

Por último, el cuarto escenario recoge, igual que el anterior, que la deducción reembolsable se centre en los hogares por debajo del umbral de la pobreza, pero además que su cuantía se calcule en función de la diferencia entre la renta y ese umbral de pobreza. 

Esta última medida implicaría cuantías mayores de la ayuda y podría erradicar la pobreza infantil, puesto que se destinarían a los hogares más vulnerables. El coste estimado es de 7.487 millones, detalla el informe.

 “Acabar con la pobreza infantil pasa por mejorar la capacidad redistributiva del Estado y asegurar que las ayudas lleguen a las familias que más lo necesitan”, aseguró Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia, que cree que la mejor opción sería una ayuda a la crianza universal de carácter reembolsable.

Gabriel González-Bueno, de Unicef, apuesta por el primer escenario, pero advierte de que “para llegar a todos los hogares, es necesario que la reforma fiscal vaya acompañada de la universalidad de la declaración de la renta”. 

Desde Save the Children, Carmela del Moral recuerda que España sigue lejos de la media europea en la inversión en prestaciones para la infancia.