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lunes | 25 noviembre | 2024
G anar dinero por el aparentemente fácil y ágil hecho de colgar los apuntes de clase en la red no es tarea fácil y la media docena de plataformas que se dedican a publicarlos y publicitan, también, ese rédito económico se han convertido en un espacio de intercambio altruista de material formativo entre alumnos universitarios y de Bachillerato, en vez de en un negocio.
De esta manera lo explicó Marcos, un estudiante universitario que decidió subir a la red de redes sus apuntes del período de Bachillerato con el objetivo de “ayudar a todo aquel que lo necesitara”, ya que a él le sirvieron, en su momento, para sacar buena nota.
Marcos asegura, además, que en ningún caso su motivación fue económica, pues apenas obtuvo 40 céntimos por esos archivos en Wuolah, una de las páginas de internet que acumula seis millones de documentos.
Lo mismo le pasó a Laia quien, además de compartir sus apuntes de Bachillerato, continúa utilizando la plataforma durante su periplo universitario al tratarse de una herramienta que le permite completar sus notas, un hecho que le ayuda a “preparar mejor” los exámenes y a estudiar.
“Normalmente ganas muy poco por descarga y necesitas llegar a 20 euros para poder sacar lo que has generado. En los dos años que llevo usando Wuolah he conseguido alrededor de 18 euros”, detalló Laia.
En la actualidad, faltar a clase ya no supone un problema a la hora de conseguir los apuntes para el estudio, como podría serlo antaño si nadie te facilitaba lo que el profesor había explicado.
Ahora, tanto el ser creador de contenido como el usuario está a un solo clic en los portales Patatabra (Docsity), el Rincón del Vago, Wuolah, StuDocu, Unybook o Stuvia, entre otros.
Concretamente, Wuolah registró el pasado año 2022 un total de 8.000 creadores de contenido, que recaudaron 222.000 euros en total, unas cifras que se integran dentro de los siete años de vida de la plataforma online, que ya acumula 17.800 creadores que ganaron 898.000 euros.
Janira Planes, representante de Wuolah, detalló que la página web pretende dar un paso más y no ser solamente una plataforma de apuntes, por lo que se habilitaron nuevos servicios con vídeos de carácter explicativo y contenidos para el período de Bachillerato.
Aunque la franja de entre 18 y 24 años constituye el perfil mayoritario de usuarios de las plataformas de apuntes, hay cada vez más mercado para la preparación de las pruebas de acceso a la universidad, conocidas como EBAU.
De hecho, Wuolah tiene 150.000 consumidores de temas de Bachillerato y unos 130.000 dedicados exclusivamente a contenido para la prueba de acceso a la universidad.
Hasta el momento, la plataforma no tuvo ningún problema legal ni judicial por los derechos de autor y, aunque hubo alguna polémica con profesores, todo quedó en una anécdota, como detalló Planes.
Aseguró que Wuolah pretende ser una herramienta útil con un sistema de reporte que garantiza el contenido y lo elimina si no es de calidad.
La dinámica de muchos profesores universitarios también ha cambiado a lo largo del tiempo influenciada por estas prácticas. Ahora ya no facilitan los documentos de PowerPoint explicados, sino que trabajan con guías, bibliografías e ideas clave, según indicó Ana Martínez, docente de la Universidad de Granada.
“Antiguamente –afirmó– dejaba los apuntes en la fotocopiadora pero ahora paso, si vienen a clase bien... porque efectivamente acaban los apuntes en internet”.
Maribel, que imparte clases en la Universidad Autónoma de Barcelona, señaló a que “en realidad lo que los alumnos pueden colgar en estas plataformas son las notas que toman de lo explicado en clase”, y consideró, así, que tratar de “perseguir esto es absurdo”.
