En determinadas ciudades gallegas, lo del alquiler turístico de los pisos se está convirtiendo en una pesadilla. Una de ellas es Santiago de Compostela. Ciudad universitaria por excelencia, está viviendo la paradoja de que los estudiantes no encuentran viviendas que alquilar. Los dueños, al menos un buen número de ellos, prefieren recurrir a los visitantes (que con esto del Xacobeo son un auténtico alubión) y, de ese modo, ganar en solo tres meses, más que lo que consiguen sacar en todo un curso. Si a esto le sumamos que la Universidad ha decidido que las clases se inicien a principios de septiembre, justo cuando en las calles de la capital gallega todavía coinciden turistas, peregrinos y estudiantes, la situación se convierte en desesperada para quienes buscan un lugar en el que pasar el curso académico. Es la ley de la oferta y la demanda la que provoca que el costo medio de una semana en un piso en Compostela ronde los mil euros.