Nadie diría al contemplar a los cientos de vecinos que ayer acudieron al lugar de Corteo, que hace cinco años la romería de la Virxe da Estrela era solo un recuerdo. Pero la memoria colectiva pudo más que el olvido en el que estuvo inmersa esta festividad y después de medio siglo sin celebrarse, en 2009, se retomó esta romería que cada año cuenta con más seguidores.
Hace cincuenta años, cada lunes de Pascua se celebraba una procesión hasta la capilla de Nosa Señora da Estrela. En lo alto del monte que toma su nombre, y en el que aún quedan los muros de esta antigua ermita.
El festejo perdió fuerza entre los vecinos con el paso de los años. Hace cuatro veranos, el recuerdo de los mayores caló entre todos los residentes en Monteagudo hasta llegar al éxito que acumula desde entonces.
La celebración tiene todos los ingredientes para ser un éxito: tradición, comida y música. Por si fuese poco, ayer, contó incluso con un sol que hasta hizo que sombrillas y paraguas fuesen tan imprescindibles como los abanicos en esta estampa .
procesión
Un buen número de fieles se reunieron en la iglesia parroquial de Monteagudo. Acompañados por los gaiteiros de Xiradela, los vecinos llevaron a la “santiña” hasta el entorno de la antigua capilla. Antiguamente, los romeros realizaban un pequeño descanso en la fuente de As Meigas y delante del cruceiro. Elementos que hoy por hoy forman ya parte solo de la memoria.
Una vez en el monte, una pequeña carpa acogía el altar desde el que se celebró la misa de campaña cantada.
Los más creyentes, tuvieron la oportunidad de realizar ofrendas a la Virxe da Estrela. Billetes en el mantón y velas a sus pies son el ejemplo de la devoción que en Monteagudo sienten por la Virxe da Estrela.
Como buena romería popular, una vez concluidos los actos religioso llegó el momento de confraternizar y disfrutar de una buena comida, sobremesa y baile hasta que el cuerpo aguante.
Menú
La organización tenía previstas casi medio millar de raciones para la comida popular. Para ello, diseñaron un menú en el que difícilmente alguien se podría quedar con hambre: churrasco, jamón asado, pimientos, empanada y una sobremesa de lo más variopinta.
Concluida la comida, llegó el momento de que algún que otro buscase alguna sombra para echarse una pequeña siesta a hurtadillas, con un melódico sonido de fondo. Jóvenes y no tan jóvenes se dispusieron así a disfrutar de la jarana que quedaba por llegar.
Para ello, a partir de las cuatro de la tarde, estaba prevista la actuación del dúo Calú, para todo aquel que el sol no hubiese dejado “KO” tras una copiosa comida, servida eso sí, en una más que agradecida carpa.
Con el baile ya organizado, para los pequeños se ideó una actividad sin duda atractiva: una ruta caballar que se desarrolló bajo el título “Os Bosques da Estrela”, sin olvidarse de los hinchables.
Terminado el baile y los juegos, los vecinos de Monteagudo despidieron unas fiestas que dieron comienzo el pasado viernes con una verbena a cargo de Xente Nova y Os Revenidos. Pasada la romería, queda esperar hasta el año que viene para rodear de vida de nuevo a la vieja capilla.