La Torre de Hércules celebró a finales del pasado mes de junio diez años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad a la espera de mejoras con las que impulsar el monumento. A escasos metros, su entorno también aguarda por actuaciones con la que mejorar su aspecto, que sufre las consecuencias de años de vandalismo y desgaste natural sin que se tomen medidas.

Apenas existen elementos que se escapen de las pintadas, la corrosión y otros aspectos que afectan al estado del mobiliario, edificaciones y esculturas que hay en los alrededores del monumento. Los grafitis suponen el principal problema y están presentes en casi todos los bancos, papeleras, señales y elementos que hay en el entorno natural de la Torre de Hércules.

Esta situación no se produjo de la noche a la mañana, sino que es la consecuencia de años en los que no se llevaron a cabo medidas para acondicionar y proteger estos elementos. Ni siquiera la celebración de los diez años del monumento como Patrimonio de la Humanidad sirvieron para que el Ayuntamiento aplicase un lavado de cara a una de las zonas de la ciudad que atrae a un mayor número de turistas y vecinos.

De la acción de los vándalos no se escapa prácticamente nada e incluso hay pintadas realizadas directamente sobre rocas. Tampoco algunas de las esculturas que hay en los alrededores del faro se libran. El Menhir, cuya cabeza se ha convertido en blanca por las deyecciones de aves durante años, y los Guardianes, estos por los daños provocados por personas, se encuentran entre las piezas que sufren daños.

A la espera de que estos elementos sean recuperados y acondicionados, el Gobierno local tiene la intención de mejorar las posibilidades que ofrece la Torre de Hércules mediante la construcción de un nuevo centro de interpretación del faro.

Entre las posibilidades para situar este espacio están el inicio de la rampa que lleva al monumento, la antigua prisión provincial y en la zona protegida en el entorno de la Torre de Hércules. Además, una cuarta posibilidad es la de mejorar y ampliar el actual centro de interpretación, aunque es una de las posibilidades que cuenta con menos opciones por su impacto visual, a la altura de la entrada a la ciudad deportiva de la Torre. Este asunto fue tratado en agosto por la alcaldesa, Inés Rey, y la ministra en funciones de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.